El juez del Juzgado de Instrucción número uno de Las Palmas de Gran Canaria ha estimado que Eustasio López, Manuel Santana Cazorla, Juan José Arencibia y Martín Suárez podrían ser los presuntos autores de un delito de administración desleal.
Según un auto con fecha de 12 de enero de 2024, al que ha tenido acceso Atlántico Hoy, los cuatro empresarios fueron denunciados en una querella que ha sido admitida a trámite por el magistrado Alberto Puebla.
Capital a IFA
En síntesis, lo que se denuncia en la mencionada querella es que Manuel Santana, dueño de una importante cantidad de participaciones del Grupo Santana Cazorla (GSC), suscribió un contrato con IFA Canarias cuya finalidad real era la transmisión de su capital a la propia IFA, todo ello sin el conocimiento del resto de socios de GSC y con un claro perjuicio hacia ellos.
Además, y según la querella, el administrador real de IFA Canarias no es otro que Eustasio López, que también es el administrador de la empresa turística Lopesan que es competidora directa en el mercado con IFA.
3 de abril
El consejo de administración está compuesto por dos de los investigados, Juan José Arencibia y Martín Suárez y por las personas físicas designadas por las sociedades 947 MSC Inversión Internacional SL y 9590 Oliva Inversión Internacional.
La tesis de la denuncia radica en que Eustasio López tiene un interés particular en perjudicar a GSC y para ello, Juan José Arencibia y Martín Suárez le han dado información secreta directamente a Eustasio o a sus empleados y ello ha provocado la paralización de GSC.
Eustasio López, Manuel Santana Cazorla, Juan José Arencibia y Martín Suárez están llamados a declarar como investigados por el Juzgado de Instrucción número uno de Las Palmas el próximo 3 de abril.
GSC
Este grupo se dedica a las promociones inmobiliarias, pero también tiene fuertes inversiones en el sector turístico. En sus mejores tiempos facturaba 40 millones anuales. En 2016 cesó la actividad. Sus dueños, Santiago y Manuel Jesús Santana Cazorla, acordaron liquidar los restos de la compañía.
El emporio empresarial tene intereses en los sectores de la construcción, inmobiliario y hotelero, entre otros. Las pérdidas acumuladas por la corporación en los últimos años rebasan los 250 millones y actualmente se encuentra en un concurso de acreedores.