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Empresas

José María Mañaricua y la religión de suplencia

Director de operaciones de Gloria Thalasso & Hotel y presidente de la Federación de Hostelería y Turismo de Las Palmas, el Athletic es, probablemente, la única concesión irracional que se permite un empresario extremadamente metódico en todo lo demás

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José María Mañaricua, por Farruqo.

Hay pocos equipos de fútbol en el mundo que tengan tanta mística como el Athletic Club de Bilbao. No es ni mejor ni peor que nadie; es diferente. Y eso, en un mundo donde la masa se mueve en rebaño, ya es un triunfo. Rafael Aguirre, Decano de Teología de la Universidad de Deusto, un día incluso le dio categoría de dogma de fe. "Igual los sociólogos le podrían llamar una religión de suplencia”, proclamó el catedrático vasco.

José María Mañaricua Aristondo (Bilbao; 1968), director de operaciones de Gloria Thalasso & Hotels y presidente de la Federación de Hostelería y Turismo (FEHT) de Las Palmas, seguro que da por buena la sentencia de Aguirre. El Athletic Club es, probablemente, la única concesión irracional que se permite un empresario extremadamente metódico en todo lo demás, en lo importante: familia, trabajo y amigos.

Presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas, José María Mañaricua. / FEHT

No hay, quizá, otra manera que afrontar todos los días de manera concienzuda para cargar con el peso del apellido Mañaricua, el nombre de una familia que desde hace casi 40 años está ligado a la excelencia: el Gloria Palace de San Agustín, en 1988, fue el primer hotel de Canarias en ofrecer servicios de talasoterapia y spa para sus clientes, una revolución que se gestó por un flechazo.

Luna de miel

Los padres de José Mañaricua, Estanislao Mañaricua y Valentina Aristondo, se enamoraron de Gran Canaria durante su luna de miel. Aquello sucedió en 1965. Años después, durante el final de la dictadura franquista y con ETA entregada a la barbarie, la Isla que les cautivó se convirtió en refugio para la familia que habían formado junto a sus tres hijos: el propio José María, Estanislao y Arantxa. 

Constructor de profesión, el patriarca de los Mañaricua se destapó en Las Palmas de Gran Canaria como promotor de proyectos como el Edificio Basconia. Esa obra llamó la atención del Conde de la Vega Grande, que lo reclutó para levantar el Centro Comercial Yumbo en el corazón de Playa del Inglés. Entre la retribución que cobró por ese trabajo figuraba un solar en San Agustín, un páramo que en 1988 convirtió en un oasis: el Gloria Palace.

Tres hoteles más

El concepto de hotel con servicio de talasoterapia —sistema que utiliza el agua de mar como terapia saludable— tiró un muro abajo: la oferta turística de Canarias, además de sol, podía ofrecer mucho más y con un sello de calidad. Después de ese establecimiento en San Agustín, el grupo abrió otros tres complejos con cuatro estrellas cada uno: Gloria Palace Amadores (2003), Gloria Palace Royal Hotel & Spa (2008) y Gloria Ízaro Club Hotel (Puerto del Carmen, Lanzarote).

Mañaricua, tras su reelección como presidente de FEHT Las Palmas. / AH

Fuera de las fronteras del negocio turístico —donde gestiona cerca de 2.500 plazas de alojamiento—, la compañía ha levantado viviendas en Durango (Bizkaia), ha participado en la construcción de un campo de golf en Haro (La Rioja) y en parcelas de chalets en Nueva Sierra (Guadalajara) y gestiona The Market Puerto Rico —un centro comercial con 26 establecimientos repartidos en 5.600 metros cuadrados—. Según el diario El Mundo, el patrimonio familiar ronda los 190 millones de euros.

Referente

Al tiempo que la familia levantaba esos dominios, desde una posición aparentemente desapercibida,  José María Mañaricua se ha convertido en las últimas décadas en uno de los principales referentes del sector turístico en Canarias. Con una sólida trayectoria profesional y un compromiso profundo con la industria hotelera, ha sabido posicionarse como una figura clave en la promoción y defensa de los intereses turísticos en Gran Canaria. Actualmente, Mañaricua ocupa varios cargos de alta relevancia que lo han convertido en la voz de miles de empresarios y trabajadores del sector.

Desde 2017, Mañaricua es el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT), organización que agrupa a los principales empresarios turísticos de la provincia y que ha sido esencial en el desarrollo y consolidación del turismo en la región. En mayo de 2021, fue reelegido por unanimidad para un nuevo mandato de cuatro años, lo que refleja la confianza de sus compañeros en su gestión y visión para el sector. 

Turismo de calidad

Durante su mandato, Mañaricua ha liderado iniciativas centradas en la innovación, sostenibilidad y modernización de la oferta turística canaria, adaptándola a las nuevas exigencias del mercado y del viajero contemporáneo.

Imagen de dos personas en el hotel Gloria Amadores / GLORIA PALACE

Uno de los aspectos más destacados en la trayectoria de Mañaricua ha sido su defensa constante del turismo de calidad y su rol en la modernización del sector en Canarias. En los últimos años, ha promovido la renovación de infraestructuras y servicios, convencido de que la competitividad de las islas pasa por la innovación y la sostenibilidad. En este sentido, ha abogado por un equilibrio entre el crecimiento turístico y el respeto por el medio ambiente, conscientes de que el atractivo natural de Canarias es uno de los pilares del éxito turístico de la región.

Desafíos críticos

La gestión de Mañaricua ha tenido que afrontar grandes retos, como la crisis provocada por el COVID19 que afectó a Canarias en 2020. En ese momento, fue uno de los principales portavoces en exigir una respuesta rápida y eficaz por parte del Gobierno para proteger los puestos de trabajo y las empresas del sector. Este compromiso con la defensa de Canarias como destino de primer nivel ha sido constante en su trayectoria.

Dicen que los de Bilbao nacen donde quieren, pero en el caso de José María —Txema en su círculo más cercano— Mañaricua se da una paradoja: él es un grancanario que nació en el Botxo. Aquí se ha desarrollado como empresario, aquí ha formado su familia —sus hijas son su mayor fortuna— y fue aquí, por los campos de fútbol de la isla, donde repartió estopa defendiendo los colores del Castillo CF

Gran aficionado al ciclismo, la disciplina de Mañaricua en el trabajo se podría sustentar en una de las frases que dejó Bernard Hinault para el recuerdo: “Mientras respire, atacaré”.