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La guitarra paga más: el negocio de Vueling cuando opera aviones de Iberia con código compartido

Las condiciones del transporte de instrumentos musicales son diferentes en ambas compañías aunque son del mismo grupo y se operan vuelos mutuamente, causando problemas a músicos viajeros

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Una guitarra facturada en la cinta de equipajes de un aeropuerto./ ARCHIVO

Siete de la tarde en el aeropuerto del Prat (Barcelona). Sara, una joven catalana que vive en Tenerife, hace cola en el mostrador de Vueling para facturar una maleta de 23 kilos e imprimir su billete para un vuelo de vuelta a casa. A sus espaldas, lleva su guitarra colgada.

Aunque espera en el mostrador de Vueling, Sara compró el billete en Iberia con un único objetivo: llevar como equipaje de mano su instrumento musical. Iberia es una de las pocas compañías que ofrecen este servicio sin coste adicional, siempre y cuando el instrumento no exceda las medidas estándar de una guitarra y sea el único equipaje de mano que porte el viajero.

Un billete extra para el instrumento

"Hacía tiempo que quería llevármela a Tenerife. Tenía que ir este fin de semana a Barcelona y aproveché para traerla. Cuando vi que Vueling te obliga a facturarla como equipaje especial, cogí Iberia, donde es gratis", explica a Atlántico Hoy. Lo que no sabía Sara es que, aunque estaba comprando en la web de Iberia, la aerolínea no opera desde la Ciudad Condal y utiliza un código compartido con aeronaves de Vueling.

"Tendrías que haber comprado un billete con asiento extra para la guitarra", le dice un empleado de Vueling al realizar la facturación. La empresa ofrece dos maneras de llevar los instrumentos musicales: en bodega o "sentados" en el asiento contiguo como si fuesen otro pasajero, política sorprendente en vista de que en Iberia, que pertenece al mismo grupo, viajan en los compartimentos superiores del avión como cualquier maleta.

"Pero yo he comprado mi billete con Iberia, me tienen que aplicar las condiciones de la compañía con la que compré", argumenta Sara, a lo que el empleado responde: "Ya, pero el avión es de Vueling". La pasajera se queda desconcertada, ya que al pagar en Iberia sí adquirió otras condiciones por defecto, como la de portar una maleta de mano, que Vueling homologó por un billete priority, la modalidad de la aerolínea para llevar maleta abordo y embarcar antes que el resto.

Los empleados no saben qué régimen aplicar

Es decir, algunas de las condiciones de Iberia se respetaban y otras no, así que Sara decide llamar a atención al cliente de Iberia y explicar la situación. "No deberías tener problema para embarcar tu guitarra como si estuvieses volando con nosotros", le responde una operadora de Iberia al otro lado de la línea, según la pasajera.

Finalmente, en la cola de embarque a la aeronave, y explicando la situación con mucho tacto, las operarias de Vueling terminan por dejar volar a Sara con su guitarra, respetando las condiciones de la aerolínea donde compró el billete, aunque, según explica la pasajera, más por buena fe que por tener claro qué régimen tocaba aplicar. Antes de subir al avión, la empleada le dice a Sara: "Si hubieses comprado un billete de Vueling de Madrid a Tenerife, como allí los aviones son de Iberia, habrías tenido mejores condiciones".

Avión de la compañía Iberia Express. /Iberia Express

Casos idénticos

La situación es más común de lo que parece. El pasado 7 de octubre, Mariola Marrero, una médico y músico canaria que toca la trompa en la Orquesta Médica Canaria denunció públicamente una situación similar.

"En noviembre iré a tocar con la orquesta en Barcelona. Necesito llevar la trompa, por supuesto. El año pasado fui a Lisboa con Iberia y la podía llevar en cabina como equipaje de mano. Este año compro billete Tenerife-Barcelona en Iberia por eso mismo y resulta a Barcelona Iberia no usa sus aviones sino los de Vueling. Como la política de equipajes de mano es diferente, he tenido que comprar a Vueling un billete extra en el asiento de al lado para que mi trompa vaya sentada", explica enfadada Mariola en su cuenta de X (antiguo Twitter).

Agravio comparativo

Mismo caso, misma línea. Detrás de esta situación se encuentra la problemática con las condiciones de vuelo de las aerolíneas que usan código compartido. En las condiciones de la web de Iberia, aparece la especificación: "El transportista que emite un billete para las líneas de otro transportista actúa sólo como agente de este último".

Del mismo modo, en las de Vueling con respecto a equipaje especial (donde se incluyen los instrumentos musicales), aparece especificado: "Los vuelos operados por otras compañías están sujetos a sus condiciones de equipaje de mano y facturado. Si alguno de tus vuelos está operado por Iberia o British Airways, podrás añadir equipaje a tu reserva en el mostrador de facturación de la aerolínea operadora".

En ambos casos, el cliente se ve perjudicado por la dichosa "letra pequeña", que ni siquiera aparece en el momento de adquirir el billete, sino en las webs de las aerolíneas, y que genera situaciones de incomprensión por parte de los clientes, que sienten el agravio comparativo en el trato de sus aerolíneas de preferencia cuando compran billetes para determinados destinos donde no tienen presencia pero sí acuerdos comerciales. "Al final pagué más por un billete de Iberia para poder llevar mi guitarra gratis y Vueling quería cobrarme otra vez por un servicio que supuestamente estaba incluido con la compañía con la que compré el billete", zanja Sara.

Un avión Airbus A320 de Vueling./ REDES