El Juzgado de lo Mercantil número 3 de Las Palmas de Gran Canaria ha homologado el plan de reestructuración del Grupo Armas Trasmediterránea. Esa decisión acredita que los fondos de inversión que cambiaron su deuda por acciones de la compañía —JP Morgan, Barings, Bain Capital y Cheney Capital— se queden con el control de la naviera. El fallo, además, certifica la reducción de la deuda de la empresa —pasa de 483 a 193 millones de euros—.
El fallo del Juzgado Mercantil llega siete meses después de que tres bancos españoles —Santander, Sabadell y CaixaBank— denunciaran el convenio de acreedores que les obligaba a asumir una quita del 100% de la deuda que Armas mantenía con ellos. Esa obligación venía derivada de un crédito de 64,5 millones de euros que las entidades financieras concedieron a la naviera como inyección de liquidez, operación que se tramitó con el objetivo de que la compañía pudiera hacer frente a los efectos de la pandemia y que fue avalada por el Estado a través del ICO.
La intención de los bancos pasa por recurrir la resolución del Juzgado Mercantil número de 3 de Las Palmas de Gran Canaria.
Vencimiento en 2026
En un comunicado remitido este viernes, el Grupo Armas considera que la sentencia consolida "un paso fundamental en los esfuerzos de la compañía por fortalecer su posición financiera y asegurar su sostenibilidad a largo plazo". La deuda queda fijada en 193 millones de euros, con una prórroga del vencimiento hasta diciembre de 2026.
Según el consejero delegado del grupo, Kent Hagbarth, esta sentencia "marca un hito importante en nuestro camino hacia la estabilidad financiera y el éxito a largo plazo". "Estas medidas", se añade desde la compañía, "tienen por objeto mejorar la eficacia operativa, la competitividad y la salud financiera general del grupo", añade.