El exfutbolista David Silva, uno de los mejores jugadores canarios de todos los tiempos, es un ejemplo de deportista que ha sabido invertir bien las ganancias conseguidas en su carrera, con activos diversificados en varios sectores, principalmente en el turístico y el vitivinícola, una de sus más recientes aventuras.
La buena marcha de su actividad se refleja en las dos empresas a las que está relacionado, Nesula Sur SL y Dajisi Image (un acrónimo con las iniciales de su nombre completo David Jiménez Silva). Esta última ha ampliado recientemente su capital social en 15,7 millones de euros hasta un total de 24,5. En el caso de Nesula cuenta con cerca de siete millones.
Hace pocas semanas se conocía que apostaba por nuevas vías dentro del negocio turístico invirtiendo en un nuevo hotel en Sagunto (Valencia) muy próximo a la nueva gigafactoría impulsada por PowerCo, filial del Grupo Volkswagen.
Junto a los empresarios Juan Planes y Vicente Lluch y la gestión de Fede Fuster, presidente de GF Hotels y de la patronal hotelera Hosbec, la inversión prevista rondará los 22 millones de euros.
Apoderado
Silvia consta como apoderado de Nesula y Dajisi desde 2012 y 2013 -hasta entonces fue su administrador-, siendo las dos únicas empresas a las que está directamente unido. Es su padre Fernando Jiménez, quien lleva las riendas del entramado societario familiar.
Jiménez fue policía y también encargado de seguridad del Valencia CF, club en el que Silva se formó y llegó a profesional. Ahora es administrador, aparte de las ya mencionadas, de Najisi -cuyo socio único es Fernando, hermano del exfutbolista- y de Profootball 21 Agency.
A su vez es socio único de DajisiMagic, que está administrada por la otra hermana de Silva, Natalia, y es consejero y vicepresidente de Hotel Santa Ana y Hotel Marina Blanca. Aventura esta última que va de la mano de la compañía hotelera Be Cordial, a la que Silva aportó 40 millones de euros allá por 2013.
El vino
David Silva es dueño también de Amadores Beach Club y tiene inversiones minoritarias en otros complejos turísticos, pero según cuentan lo que más ilusión le hace en este momento es la evolución de sus bodegas.
Tras debutar en el sector vitivinícola en el año 2019 el reconocimiento de sus caldos ha ido en aumento, llegando a comercializarse en Londres a doscientas libras la botella y siendo su variedad Tamerán Malvasía Volcánica elegido por la revista Esquire como uno de los mejores del año 2023.
Sus viñedos se encuentran entre Santa Lucía y San Bartolomé de Tirajana, a una altitud de entre 620 y 700 metros sobre suelo volcánico. Allí se cultivan seis variedades de vino blanco, con el Vijariego y el Baboso como los más destacados por los expertos.