La vida de la sociedad tinerfeña Special Jungle Arico ha batido récords de brevedad. Se constituyó en abril de 2021. Solo diez meses más tarde, ha presentado quiebra voluntaria, que recae en Juzgado Mercantil número 1 de Santa Cruz de Tenerife. Hoy ya está cerrada y sepultada.
La entidad echó a andar con el capital social mínimo de 3.000 euros, para dedicarse al cultivo de especias, plantas aromáticas, medicinales y también hortalizas y tubérculos. Sus promotores son Carlos Domínguez Mesa y Fernando Ortega Corral. La sede del negocio está situada en Valle de San Lorenzo, uno de los núcleos residenciales que forman parte del municipio de Arona.
Hace pocos días, Special Jungle presentó sus estados financieros a los tribunales mercantiles de Santa Cruz y solicitó el concurso de acreedores. El balance contable es ruinoso. El capital se consumió por completo debido a las pérdidas registradas y apenas quedan activos.
En consecuencia, el juzgado que tramita el expediente ha acordado declarar la suspensión de pagos de Special Jungle y, sin solución de continuidad, ordena el archivo. La secuela de todo ello es que la empresa se extingue y desaparece del mapa empresarial para siempre.