La empresa Singular Aircraft va a recibir más de 14 millones de euros por parte de la Dirección General del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) para desarrollar drones que sirvan para la prevención, monitorización y extinción de incendios. Dentro del amplio catálogo de creaciones de esta empresa española destaca el mayor dron antiincendios del mundo. El objetivo de la máquina es crear soluciones para evitar los daños personales en la extinción del fuego y salvar la vida de los pilotos dedicados a esta gran labor.
Tal es así que el fundador de la compañía, Luis Carrillo Lostao, la creó tras el fallecimiento de un amigo cercano, piloto de hidroaviones. Es un vehículo controlado de forma remota y que tiene gran cantidad de carga y que ha sido perfeccionado gracias al catedrático José Francisco López Feliciano con tecnología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria a nivel de chips y aviónica.
Coste y utilidad
Atlántico Hoy se pusó en contacto en agosto de 2023 —durante el incendio forestal que azotó la isla de Tenerife— con el consejero delegado de Singular Aircraft, José Luis García González, para hablar sobre esta herramienta que tanto puede ayudar a Canarias durante la época de incendios y, sobre todo, como método de prevención a los mismos.
Y es que un avión de extinción de incendios como los que volaron sobre Tenerife el pasado verano tiene un coste operativo de unos 55.000 euros diarios y puede tirar 104 toneladas de agua. “Por el mismo coste por día tiene 17 drones volando que te tiran 306 toneladas de agua”, explicó González en la entrevista a este medio. “Al tener un coste menor, se pueden usar más aparatos para echar agua y, por tanto, podemos ser más rápidos y constantes en las labores de extinción”.
Prevención
El dron puede trabajar en cualquier tipo de incendio y el piloto, que lo maneja por control remoto, decide por dónde conducirlo porque recibe informaciones de los equipos de tierra. Además, entre las grandes ventajas está que puede volar por la noche —los hidroaviones deben retirarse al atardecer porque no pueden realizar vuelos nocturnos—.
Asimismo, “cuando no está sofocando el incendio, el dron puede estar volando y estudiando el monte gracias a unos sensores con los que va detectando los focos de calor tanto en el día como en la noche”. El portavoz de la empresa defiende la importancia de detectar lo más pronto posible esos puntos porque, si no se consigue, el fuego puede extenderse sin piedad como pasó el año pasado en Tenerife.