Si algún integrante del Gobierno de Canarias tiene agendada para hoy una reunión con algún empresario que sopesa establecer su compañía en el Archipiélago para disfrutar de la baja tributación de la Zona Especial Canaria (ZEC) y de los instrumentos que facilita el Régimen Económico y Fiscal (REF), debería utilizar como ejemplo de desarrollo y progreso dentro del ecosistema de las Islas a Arquimea, una firma aeroespacial que, según Financial Times, es la que más crece de su sector en Europa.
Arquimea, que cuenta con dos oficinas en Tenerife –una en La Laguna y otra como Kaudal en Santa Cruz de Tenerife–, es una compañía tecnológica que opera a nivel mundial en sectores, además del aeroespacial, como el de defensa, el de biotecnología, el de tecnología financiera y el de megaciencia. Fundada en 2006 por el doctor Diego Fernández, la empresa cuenta ahora con más de 500 profesionales repartidos en sus sedes de Madrid, Barcelona, Fráncfort (Alemania), Torrance (California, Estados Unidos) y Singapur.
115,9 millones de ganancias
La empresa, según Financial Times, creció un 126% en el último año evaluado. Ninguna otra compañía de su sector se desarrolló tanto en Europa. Ocupa, además, el puesto 139 del ránking general, es la segunda española mejor valorada y la tercera de nuestro país que más crece según el diario económico británico.
La evolución de Arquimea es constante desde su fundación. En 2018 computaba 55 empleados; tres años después esa cifra se disparó hasta los 416. El margen de ganancias de la sociedad española también se ha multiplicado en ese mismo periodo de tiempo: en 2018, el rendimiento se fue hasta los 10.049.854 euros euros; en 2021 alcanzó los 115,9 millones de euros.
Reinversión para adquirir empresas
Buena parte de esos beneficios son reinvertidos por la propia compañía en la adquisición de otras empresas tecnológicas en todo el mundo –un ejemplo reciente de esa actividad fue la compra de IberEspacio, por la que pagó 19 millones de euros a Técnicas Reunidas–. Arquimea cuenta con su propio centro de investigación, con más de 65 profesionales que trabajan en las tecnologías del futuro.
El primer reto de la sociedad fue la fabricación y diseño de componentes críticos para satélites. Ahora, casi dos décadas después de esos inicios, es proveedor de referencia de subsistemas mecánicos y electrónicos y dispone de capacidad para diseñar pequeños componentes. En materia de defensa, destaca por su sistema merodeador completo Q-Slam 40, una estructura que permite realizar misiones de corte alcance.