La actividad profesional de los administradores de fincas se reveló esencial desde el principio de la pandemia. Primero fue de obra, por la rápida actuación en las comunidades. Después llegaría el reconocimiento formal, al ser declarados profesionales esenciales. Este reconocimiento es el saldo positivo de un año de trabajo arduo y difícil, en que ha habido que adoptar medidas, no siempre bien comprendidas, ¬para mantener las comunidades a salvo de la COVID19, reconocen desde el Ilustre Colegio de Administradores de Fincas de Santa Cruz de Tenerife (CAF Tenerife)"No solo el Colegio ha estado a la altura de las circunstancias, sino que los colegiados y colegiadas han demostrado su profesionalidad al saber adaptarse a una situación totalmente desconocida y compleja. Estamos orgullosos de haber conseguido una normalidad donde no lo había y de continuar trabajando para recuperar el día a día que todos deseamos", valora el presidente del CAF tinerfeño antes de resumir la labor de nuestro colectivo.El Colegio de Administradores de Fincas de Santa Cruz de Tenerife asumió desde el primer momento el deber de tener informados permanentemente a los colegiados y a las personas que viven en las comunidades que gestionamos. Y con ese objetivo fuimos interpretando, adaptando y aplicando las normas dictadas por las autoridades sanitarias. En este sentido, debemos subrayar la convivencia pacífica y la solidaridad vecinal, especialmente durante el confinamiento, gracias el trabajo coordinado con los presidentes de las comunidades.El 12 de marzo ya publicamos las primeras medidas de seguridad para la prevención de contagios, mientras que nos asegurábamos de que los ciudadanos, que debían permanecer en sus viviendas, siguieran disfrutando de todos los servicios: agua, energía, accesibilidad, telecomunicaciones, etc. Al mismo tiempo, los propios profesionales tuvimos que adaptar nuestros despachos a las nuevas exigencias y dotar al personal para el teletrabajo, con el fin de evitar la gestión de incidencias de forma presencial.
En esos primeros días de marzo, el Colegio tuvo que decidir el aplazamiento de un gran evento nacional que nos tocaba organizar en 2020 y que reúne a los colegiados de todo el país: la Renovación de la Ofrenda a Santo Domingo de la Calzada. A pesar de que teníamos todo previsto para llevar la cultura y gastronomía de las islas a la localidad riojana del mismo nombre.Nuestro colectivo puso en marcha varias campañas, #Quédateencasa, en redes sociales y en carteles, que en Canarias tradujimos al inglés para las comunidades que cuentan con vecinos de otras nacionalidades. Asimismo, insistimos en las medidas de prevención del coronavirus, como el uso correcto del ascensor, la limpieza y desinfección de las zonas comunes, o el cierre de las áreas infantiles, jardines y piscinas. Hasta la Junta de Gobierno del Colegio se involucró en grabar un vídeo para concienciar de las medidas: #HéroesEnCasa.Con el fin de llegar a la mayor parte de la población, nos pusimos a disposición de ayuntamientos y del Gobierno de Canarias. En algún caso, con éxito, como fue la difusión conjunta con la Dirección General de Vivienda del Gobierno de las medidas de prevención en las comunidades, elaboradas por los administradores de fincas.Mientras que de acuerdo con la Dirección General de Salud Pública se ha regulado el uso de las piscinas residenciales y la reunión de las juntas de las comunidades en la actual situación. Esto último con el asesoramiento de nuestro Colegio.
También compartimos la campaña del Instituto Canario de Igualdad para prevenir la violencia de género, en nuestro caso desde las comunidades.Llegó abril, y el inicio de otra campaña en redes sociales #YoMeQuedoEnCasa. Y los primeros cursos online, formato que ha normalizado el CAF tinerfeño para su formación. La jornada "Administrar en el estado de alarma" tuvo gran repercusión a nivel nacional, ya que el magistrado del Tribunal Supremo Vicente Magro alertó de que "no se puede identificar ni los inmuebles ni a los vecinos con COVID19, por prevalecer la protección de datos". Ni dejar notas, tras algunos mensajes deplorables que recibieron personal sanitario y de supermercados.En mayo, los administradores de fincas volvimos a la actividad presencial. Y en este mes advertimos de la colocación piscinas portátiles en terrazas o azoteas, debido al riesgo de derrumbe.Para entonces ya veníamos reclamando al Ejecutivo central una normativa específica sobre el uso de las piscinas residenciales. Y comenzaron las dudas sobre cómo celebrar las juntas de propietarios aplazadas por la Covid, cuestión que hoy en día sigue generando dudas y numerosas consultas en este 2021, a pesar de que Canarias es la única comunidad autónoma que ha regulado estas reuniones.Precisamente, finalizamos este resumen del año desde la declaración formal de la pandemia con la esperanza de que pronto puede haber novedades en cuanto a la celebración de juntas virtuales. Mientras que seguimos dando pasos para que se apruebe una nueva Ley de Propiedad Horizontal.