El presidente de Puertos de Tenerife, Carlos González, anunció este jueves que el dique flotante de la empresa Palumbo que estaba abandonado en el puerto de Granadilla ya ha dejado las instalaciones, lo que ha permitido hacer efectiva la concesión a Tenerife Shipyards para la instalación de un nuevo dique que busca relanzar la actividad de reparación naval en la instalación portuaria.
La definitiva concesión permitirá que Tenerife Shipyards ocupe por 50 años 41.155 m2 de lámina de agua y 19.895 m2 de superficie en tierra del dominio público portuario destinados a la instalación del dique. Una obra que conllevará una inversión de 20,5 millones de euros y que no requiere ser sometido a la declaración de impacto ambiental dado que cuenta con el visto bueno del Ministerio de Transición Ecológica.
Una vez la Autoridad Portuaria dé el visto bueno las obras para su construcción deberán dar comienzo en los siguientes seis meses, de manera que, si la entidad aprueba dicho proyecto rápidamente, las obras del nuevo dique se empezarán a ejecutar en 2023.
Puertos de Tenerife tiene la intención de configurar Granadilla como un hub de relevancia para el sector naval, por lo que confía en la importancia que para el sector industrial supondrá este nuevo dique como centro de reparación.
Dique en deterioro
El dique flotante Ercolino IV, propiedad de Palumbo Shipyards, llevaba en constante deterioro desde su llegada a costas tinerfeñas en enero de 2018. En dicha fecha llegó la mitad de proa del dique, después de que un huracán infligiese daños considerables a la estructura en el trayecto. De la otra mitad jamás se supo nada, salvo que fue encontrado un mes después en las costas de Jamaica.
Fue construido en 1967 y comprado a los astilleros norteamericanos Avondale tras estar inactivo desde 2014.