La cooperativa ferretera de Canarias Coarco ejecutará un plan de viabilidad para “volver a poner a Coarco a la vanguardia, que es donde se merece estar”, según declara su director comercial, Jesús García, quien se ha entrevistado con Atlántico Hoy.
Recién aterrizado en el puesto, García analiza la situación de la cooperativa y sus intenciones para el futuro próximo, en medio de una época de gran inestabilidad por el encarecimiento de materias primas, fletes y, sobre todo, energía.
La nueva etapa de la empresa quiere estar marcada por el fortalecimiento de sus redes locales e insulares y hacer un análisis de la situación para salir de esta crisis como pasó en la de 2007, “cuando Coarco salió reforzado”.
Plan de viabilidad
García habla de un plan de viabilidad que se va a ejecutar, entre cuyos objetivos está optimizar los recursos humanos y la negociación con proveedores y alianzas a nivel de los suministros, como la alcanzada recientemente con la alemana Hagebau, empresa con casi mil centros y una facturación de 6.000 millones de euros, según relata, para ampliar sus referencias en todas sus tiendas. Una relación de nueve años que se ha ido trabajando en el tiempo. “El primer encuentro que hubo con Hagebau fue en 2011 y hasta 2013 no se empezó a trabajar con ellos”.
También considera que “hay que reforzar áreas, otras están sobredimensionados, o mejorar el sistema informático”. Otro punto importante es la canalización de mercancías que van quedando obsoletas “porque eso tiene un valor residual y hay que obtenerlo”. Todo esto siguiendo “un camino de ahorrar costes y minimizar riesgos. Las decisiones hay que tomarlas bien”.
COVID
El entrevistado reconoce que desde el inicio de la pandemia las cosas han empeorado. Lo atribuye a que aquí, en Canarias, todo está relacionado, y “si el turismo va mal a nosotros también nos repercute, es uno de nuestros motores”. A ello suma el volcán, el desabastecimiento, la guerra. Muchos flancos que atender.
“Esto no se había vivido antes”, reconoce al hablar de las subidas del precio del aluminio, que se ha duplicado, o de las tejas, que subieron un 100% hace un par de meses y ahora han subido un 40% más. En el alza de precios "hay casos que sube de 20 en 20% y sabes que no se va a parar ahí, lo que compraste caro hoy será barato mañana. Incluso teniendo capacidad económica para comprar no hay suministros”.
Reconoce García un arma de doble filo, porque puede ayudar a liberar stock, pero “si vaciamos todo el almacén después no hay capacidad de reposición. Muchas empresas tendrán que parar y en algunos sectores, como la metalurgia, si paran luego pueden tardar meses en reactivar sus fábricas”.
Separación de BigMat y promoción de marca propia
El acuerdo que mantuvo Coarco con el gigante del sector BigMat durante siete años fue roto el pasado agosto de manera que la multinacional desarrollará su propia sociedad para cubrir el mercado canario. García le quita hierro al asunto entendiendo que “las relaciones comerciales son así. Se producen asociaciones y luego se disuelven. Lo que es válido hoy mañana puede no serlo”. Además, ve que “la competencia es buena porque te hace ver cómo está el mercado y te hace no dormirte en los laureles. Coarco lo que tiene que estar es trabajando y la vanguardia”.
En este sentido, la cooperativa está potenciando su marca en diferentes productos para ser más competitivos en diferentes gamas del mercado, “para tener productos de marca propia y de calidad, que es algo que también te identifica”.
Con respecto a su pasado proyecto de expansión a la Península, principalmente en Andalucía, García confirma que “Coarco se ha centrado en Islas”. Si bien reconoce no conocer el tema en profundidad por tratarse de una época en la que no estaba involucrado aún con los puestos ejecutivos, elucubra que pudo deberse a falta de “tiempo para que cuadraran las cosas o que no existiese una estructura sólida para llevarlo a cabo”.
Almacén de Las Palmas
Un movimiento que podría considerarse fallido para la cooperativa fue la compra del almacén de Las Palmas de Gran Canaria, una nave que tenían en régimen de alquiler y sobre la que finalmente se ejecutó una opción de compra. Una operación que recibió un millón de euros de subvenciones por parte de diferentes entidad públicas.
Al respecto el director comercial reconoce que “tampoco tenemos una bolita mágica, no se puede predecir cómo va a estar la cosa en un tiempo. En el comercio hay unos riesgos”, si bien argumenta que “lo que no se puede hacer es, porque se haya hecho esta inversión, mantenerla en el tiempo porque eso puede perjudicar nuestros intereses”.
Si bien la decisión inicial es vender “si surgiera alguna otra alternativa que fuera mejor bienvenida sea -reconoce-. Quizás los socios de Las Palmas tienen fuerza suficiente para comprarla y autogestionarla ellos. Podría ser una opción”.
Presuntas desavenencias
La última asamblea extraordinaria dejó cierta polémica entre algunos socios al aprobarse una medida para imputar las pérdidas del ejercicio de 2019 a los socios en función del volumen de compras de cada asociado.
García asegura que “todo lo que se aprueba en asamblea tiene que estar amparado por la ley. Siempre puede haber alternativas que pueden ser muy beneficiosas pero si no están amparadas por la ley no se pueden tomar”. Recuerda a su vez que los acuerdos que se toman en asamblea “se hacen por unanimidad” de los presentes, según los estatutos y la ley de cooperativas.
En cualquier caso, defiende que “al socio hay que hablarle llano, con transparencia para que todo el mundo se entienda. El hermetismo no es bueno, y más en una cooperativa donde todos son dueños”.
Pérdidas
En las últimas cuentas consolidadas de 2019 Coarco registró unas pérdidas de 1,1 millones de euros tras haber registrado unas ventas de 43 millones. Ante eso, su director comercial comenta que “puedes ser efectivo vendiendo pero no eficiente”.
No obstante, es optimista puesto que “nuestro sector siempre ha estado ahí. Por eso, si los socios quieren que Coarco siga para adelante hay un músculo importante que lo ampara. No somos como una sociedad anónima o limitada, cliente y dueño son la misma persona. La mayoría de los socios con los que he hablado son pro Coarco, quieren que esto siga, e incluso tenemos solicitudes de empresas que no son socias y quieren serlo, porque ven lo que la cooperativa puede ofrecer”.
Es por ello que Jesús García, tras unos años dedicado al comercio internacional vuelve a la cooperativa “con el reto espiritual y personal de volver a ponerla donde se merece” y remarcar “el valor del cooperativismo, algo que hoy en día es un valor a la baja”.