"El rey ha muerto. Larga vida al rey". Con esta frase histórica y paradójica, usada durante siglos en la monarquía francesa cuando había un periodo de sucesión, puede resumirse el arriesgado pero visionario movimiento que ha hecho Compañía Española de Petróleos, SA, conocida por todo el mundo como Cepsa.
Ese nombre ya ha pasado a la historia: desde hace tres semanas, la compañía se llama comercialmente Moeve. El rey muere, pero la dinastía continúa. El nombre cambia, pero el legado de una empresa con 95 años de historia sigue para durar otro siglo más.
Ligado a Tenerife
Este viernes, el CEO de Moeve, Maarten Wetselaar, ha presentado el cambio en Santa Cruz de Tenerife, lugar clave para el pasado, el presente y el futuro de la compañía. Y es que Cepsa nació hace exactamente 95 años, en 1929, como la primera compañía petrolera privada de España con el objetivo de realizar sondeos petrolíferos en Venezuela.
Un año más tarde, en 1930, Cepsa fundó en la capital tinerfeña su primera refinería. La elección de Canarias para establecer la factoría no fue casual: la elección se debió a la Ley del Monopolio de Petróleos de 1927, que prohibía la instalación de industrias petroleras privadas en el territorio peninsular español, el cual estaba bajo la jurisdicción de la estatal Campsa.
Refinería
Durante casi un siglo, el desarrollo industrial de Cepsa y el desarrollo industrial de Santa Cruz de Tenerife han ido de la mano. Pero todo cambió en 2014 cuando el crecimiento de la ciudad evidenció la necesidad de cambiar de localización. Aquel año, con el cese de la actividad de refinería para centrarse exclusivamente en almacenamiento, comenzó un camino hacia la renovación total de su imagen que presenta hoy.
En 2018, la compañía anunció el desmantelamiento total de la primera refinería que tuvo en España y el traslado de sus instalaciones a Granadilla. Proyecto que ya ha comenzado y, según ha detallado Maarten Wetselaar este viernes, esperan que de el próximo paso en 2025 cuando obtengan todos los permisos para establecer sus almacenes en el sur. La refinería debería estar completamente desmantelada en Santa Cruz para 2028.
Objetivo descarbonización
Toda esta prisa tiene una lógica. Hace dos años, Cepsa (hoy Moeve) lanzó su plan Positive Motion, un proyecto de inversión de 8.000 millones de euros para liderar en Europa la transformación energética hacia la sostenibilidad y la movilidad no contaminante.
Un plan que espera que en 2030 se hayan reducido el 55% de las emisiones de carbono de Moeve y la mitad de sus ingresos provengan de producción de energía sostenible, según ha destacado Wetselaar. "Queremos ser un referente en una década de compañía capaz de desencadenar la descarbonización", ha afirmado, especificando que no solo se trata de la descarbonización de Moeve, sino de toda la sociedad, todo el tejido productivo y todas las administraciones.
Cambio de paradigma
"Por eso, Compañía Española de Petróleos, SA, ya no nos define", asegura el CEO de Moeve. No es solo un nuevo nombre, es un "cambio de logo, de marca y de estrategia", es lo que será y lo que es Moeve, sin olvidar lo que fue Cepsa.
El objetivo de este cambio radical es liderar la producción de combustibles sostenibles como los biocombustibles SAF o los de hidrógeno y participar también en la transformación industrial que necesitará el sector para adaptarse a estas nuevas fuentes de energía. "Solo se trata de vender moléculas a los mismos clientes", asegura Wetselaar. Antes eran moléculas de petróleo, ahora serán de biocombustibles.
El CEO de Moeve adelanta que actualmente están en disponibilidad de ofrecer de forma industrial y en corto plazo biocombustibles como el SAF porque se pueden usar en motores convencionales, aunque reconoce que el futuro será el hidrógeno verde, que necesitará de un desarrollo industrial y tecnológico mayor y, sobre todo, una adaptación social por requerir de nuevos motores, aunque será más fácil de producir porque sólo se necesita agua y electricidad para extraerlo.