Atlántico Hoy avanza en exclusiva este jueves que la compañía Petróleos de Canarias SA (Petrocan), filial de Cepsa, está siendo investigada por importar gasoil para su posterior venta haciéndolo pasar por fueloil, cuya calidad, y por tanto su gravamen, es menor.
Según la Fiscalía de Las Palmas durante el lustro entre 2016 y 2021 Cepsa podría haber cometido mediante este proceso un fraude de 7,7 millones de euros a la Agencia Tributaria.
En la actualidad la Compañía Española de Petróleos es propiedad del holding Mubadala Investment Company, fondo soberano de Abu Dhabi, y gestiona el 100% del bunkering en Tenerife. En Gran Canaria lo hace junto a otras tres empresas: Península Petroleum, Aegean y Orix.
Su papel preponderante en el ámbito canario le hizo facturar en 2021 más de 25 millones de euros en ventas, con unos beneficios cercanos a los diez, lo que da buena cuenta de la enorme rentabilidad de la compañía. Su activos ascienden a los 50 millones.
Historia ligada a Canarias
La que fue la primera empresa petrolera privada española vio la luz en 1929 para realizar prospecciones en Venezuela y solo un año después construyó en Canarias la primera refinería del país. Su emplazamiento de más de 550.000 metros cuadrados fue la zona de Cabo Llanos en Santa Cruz de Tenerife, una localización que tuvo su razón de ser en la Ley del Monopolio de Petróleos de 1927 que prohibía instalar refinerías privadas en la Península, además de su evidente ventaja geoestratégica.
Desde entonces hasta 1967, cuando nació la primera instalación de la España continental en Gibraltar, la refinería de Tenerife cubrió las necesidades de tanto del Archipiélago como del resto del país. Además, a lo largo de los años proveyó de recursos petrolíferos a los continentes africano y americano.
En sus mejores años “la Cepsa”, como se la conoce en la ciudad desde hace décadas, llegó a dar trabajo a más de 1.700 personas entre empleos directos e indirectos, y especialmente durante los años 50 y 60 del siglo pasado era raro no conocer a alguien la capital tinerfeña que no tuviese a un amigo o familiar trabajando en la refinería.
Desmantelamiento
El constante crecimiento de la ciudad hizo que la ubicación de la industria comenzase a ser un problema a finales del siglo pasado. En 2014 dejó de realizar actividades de refino y se dedicó al almacenaje de combustible para su distribución. Finalmente, en 2018 se anunció su desmantelamiento total para dar paso a una nueva área residencial con comercios y zonas verdes.
La primera fase, que se alargará hasta 2025, comprende el desmantelamiento de unidades no operativas y la descontaminación del suelo, se alargará hasta 2025. El almacenaje y distribución del petróleo se trasladará al puerto de Granadilla, donde Cepsa instalará hasta 13 tanques en un proceso que podría finalizar entre 2028 y 2029.
Según el acuerdo alcanzado entre Cepsa y el ayuntamiento de Santa Cruz hace cuatro años, el 70% de los 576.000 metros cuadrados que dejará libre la refinería será de suelo público y el otro 30% privado.
Negocio en La Luz
Como consecuencia del cierre de la refinería en Tenerife el grueso del negocio de bunkering de Petrocan se trasladó al puerto de La Luz de Las Palmas de Gran Canaria a partir de 2013, si bien en 2019 desvió parte de su negocio de vuelta a Tenerife, donde tiene la hegemonía del mercado, mientras que en La Luz cohabita con tres competidores.
Pese a ello, según sus últimas cuentas consolidadas en 2021 Petrocan suministró 1,18 millones de toneladas en La Luz frente al 1,16 de 2020, el 1,3% más. En el caso de Santa Cruz de Tenerife la cifra del pasado ejercicio fue tan solo de 370.00 toneladas frente a las 494.000 de 2020, un 25% menos.