‘Caso CEOE-Tenerife’: cosas mal hechas, reforma de estatutos y “Pedro Alfonso ahora arrasaría”

Defensores y críticos del proceso electoral de abril de 2022 coinciden en que Alfonso tenía los apoyos necesarios para convertirse en el máximo dirigente de la patronal, pero no en si estaba legitimado para ello

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Pedro Alfonso, Eduardo Bezares y José Carlos Francisco./ COMPOSICIÓN AH
Pedro Alfonso, Eduardo Bezares y José Carlos Francisco./ COMPOSICIÓN AH

Poco a poco se van conociendo más interioridades de lo sucedido alrededor de la elección de Pedro Alfonso como presidente de CEOE-Tenerife en abril de 2022. Unas más anecdóticas surgidas en las redes sociales -que recuerdan en su apoyo a Penélope Cruz gritando para la posteridad: “Pedrooooo”- y otras más palmarias dada la cantidad de relatos que reafirman la teoría de que en aquel proceso “claramente hubo cosas mal hechas”.

Entre ellos y aquellos no queda duda de que Alfonso tenía los apoyos necesarios para convertirse en el máximo dirigente de la patronal; lo que no está claro es que tuviese la legitimidad para hacerlo por su condición de trabajador de la organización y no como miembro de pleno derecho.

Una salvedad que se solucionó proporcionándole dos empresas (la primera se dio de baja antes de finalizar el plazo de presentación de su candidatura y tuvo que buscar otra con una prórroga in extremis) para que ejerciese como su representante autorizado de cara al proceso electoral.

“¿Y qué?”

“Todos sabemos lo que hay, pero Pedro está siendo un buen presidente y eso es lo que importa”. Una afirmación, que con sus diferencias, se repite entre muchas de las personas consultadas por Atlántico Hoy a raíz de la sentencia que invalida el nombramiento de Eduardo Bezares como secretario general de CEOE-Tenerife a efectos del proceso electoral, anulando así la presidencia de Alfonso.

Alguna fuente incluso van más allá: “Yo si fuera Pedro adelantaría las elecciones. Ahora mismo arrasaría”. Cita los consensos generados en este periodo, un “tiempo de propuestas” en el que la CEOE ha estado “más unida que nunca” con un apoyo "casi unánime", en palabras de otro empresario.

Un entrevistado directamente asume la irregularidad, pero la pasa por alto. “¿Y qué? -aludiendo a que se le ‘prestaran’ empresas para poder presentarse- Está haciendo muy buen trabajo, la gente está contenta y no hay mucho más que decir”.

Considera este último que las cosas “fueron como fueron” por las circunstancias pero que no había duda de que “Pedro Alfonso iba a ser presidente” y por ello “no había necesidad de hacer las cosas mal, pero hay que mirar hacia adelante”.

Reformar los estatutos

Uno de los compromisos adquiridos por Pedro Alfonso tras aquellos tumultuosos comicios fue, según cuentan, el de la reforma de los estatutos “y hacer las cosas mejor”, un extremo que hizo acercar posturas.

La sensación general, recabada en esta ronda de consultas de la misma forma que ya ha sido manifestada repetidamente a lo largo de estos años, es que era algo que tenía que "haberse mantenido dentro de la casa" y nunca trascender a los medios de comunicación. Razonamiento destacable para una organización en la que más de tres cuartas partes de sus actividades están subvencionadas.

“Lo único que hace es dar mala imagen de la institución cuando la realidad es que estamos todos a una”, cuenta una nueva fuente. “Pedro está cumpliendo, ¡cómo no estar contentos!”, sentencia.

Replica por contra otro entrevistado que esa mala imagen "se genera cuando las cosas se hacen mal y pretenden imponer su punto de vista pase lo que pase. Las cosas no se discutieron, no hubo consenso ni interlocución más allá de lo que ellos decían y eso no debe ser así".

"Es muy buen profesional pero no es empresario y no podía presentarse", afirma otra persona al otro lado del teléfono. "Yo no sé si lo que se hizo estaba bien o mal. Pero si se podía hacer, como al final se hizo, que lo expliquen y aquí no ha pasado nada. Pero no así porque al final algunos se enfadan y pasa lo que pasa".