Como era de esperar, el juez de instrucción número 2 de Las Palmas de Gran Canaria, Rafael Passaro, se ha mantenido en sus trece y ha ratificado el auto de procesamiento de los seis investigados desde hace ocho años en el llamado 'caso 18 Lovas', una supuesta trama de prostitución de menores en la que se han visto implicados algunos de los empresarios más conocidos de las Islas.
El juez considera que las seis personas imputadas han de ir a juicio, aunque reconoce que no ha entrado en un análisis pormenorizado de las pruebas a favor y en contra de ellos porque “no es su competencia en este momento procesal”.
El caso de las 18 Lovas irrumpe en la escena pública hace 8 años, cuando trascendió que el empresario Eugenio Hernández había convocado una fiesta sexual en su finca de Ayagaures para la que contrató el servicio de la agencia de scorts 18 Lovas. El supuesto proxeneta y ahora procesado en el caso, Agustín Alemán, alias Yino, trajo a dicha fiesta a 11 jóvenes, dos de ellas menores (aunque por sólo por unos días) de 18 años.
El proxeneta en la diana
El juez no ha estimado ninguno de los argumentos de los seis investigados. Con uno ellos, Agustín Alemán, el juez se ha mostrado singularmente implacable al considerarlo “jefe de una trama de prostitución de menores, algunas de ellas, chicas acogidas en centros tutelares del gobierno canario”. Las dos víctimas de la causa “18 Lovas” no eran menores tuteladas. Estas dos jóvenes se anunciaban en sus perfiles de redes sociales como mayores de edad y como chicas de compañía.
El magistrado también ha sido muy duro con el anfitrión de la fiesta, el empresario Eugenio Hernández. El juez dice tener el convencimiento de que Hernández sabía que Yino le iba a traer a su finca al menos a dos menores.
Sin embargo, con el resto de investigados, el juez ha levantado el pie del acelerador incriminatorio. Es el caso del empresario hotelero Eustasio López; quien, como la propia policía recoge en uno de sus atestados, no sabía que en aquella fiesta iba a haber prostitutas y, mucho menos, entre ellas, chicas menores de edad. La policía se basa en el estudio del teléfono móvil de López para llegar esta conclusión.
Presunción de inocencia
En relación a López, el juez dice que “se ha de preservar la presunción de inocencia de este investigado”. El magistrado reconoce en el auto que acaba de dictar que no ha entrado a valorar en profundidad las pruebas que aporta su defensa “porque no es mi cometido, ni el momento procesal”.
El magistrado deja, pues, en manos de la Audiencia de Las Palmas un diagnóstico menos superficial y más comprometido sobre los hechos que plantea, en su descargo, la asesoría jurídica de López. Este empresario hotelero, una de las fortunas del país, reconoció que asistió a la fiesta, incluso que tuvo contacto personal con dos scorts, pero asegura en sus escritos que, en ningún caso, tuvo relación alguna con las dos chicas de las que luego se ha sabido que eran menores de edad. Las dos víctimas también lo han ratificado. Los dos muchachas llegaron a afirmar que sus compañeras (adultas) no sabían, ni sospechaban por su aspecto, conducta o indumentaria, que ellas aún no habían llegado a la mayoría de edad.