Canarias está por encima de la media española en cuanto a condiciones favorables para el emprendimiento, pero sin embargo ni las condiciones ni la intención emprendedora concuerdan después con los niveles reales de emprendimiento consolidado. Es una de las múltiples conclusiones que ha obtenido el informe GEM sobre emprendimiento en Canarias, elaborado conjuntamente por la Universidad de La Laguna y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y presentado este viernes en la facultad de Economía de la ULL.
En una breve presentación previa del informe, el rector de la institución universitaria, Francisco García, ha destacado que Canarias tiene los niveles productivos estancados desde hace 20 años y no por una falta de esfuerzo -de hecho, recientemente se ha conocido que el Archpiélago es la región española donde más horas se trabaja-, sino porque el tejido empresarial de las Islas necesita buscar maneras más eficientes y que aporten "valor añadido" a su producto final.
Canarias necesita proyectos "ambiciosos"
Esta tesis esbozada por el rector entronca directamente con una de las principales conclusiones del informe GEM, que ha expuesto al detalle Rosa Batista, directora del Observatorio del Emprendimiento y la PYME de Canarias y una de las personas al frente de la investigación: Canarias no se "abrirá al mundo" para superar el problema del territorio fragmentado hasta que los proyectos emprendedores no sean "ambiciosos".
Ante la ausencia de esta altura de miras, asegura Batista, el emprendimiento canario lo colma, casi por completo, la empresa "para ganarse la vida". Es decir, pequeños proyectos de micro y nano empresas, de entre cero y cinco empleados, con un techo de crecimiento muy limitado pero que sirven a sus propietarios para salir adelante en su vida cotidiana y que los comienzan más "por necesidad" que por vocación.
Esta no es esta la situación ideal para crear una empresa, ha asegurado Batista, ya que ese emprendedor "está forzado por sus circunstancias personales y eso no ayuda en la toma de decisiones".
Miedo a emprender
Y es que, según el informe, uno de los problemas detectados es la mala percepción social del emprendimiento, el miedo al fracaso o la incertidumbre sobre las políticas y la burocracia que determinan la puesta en marcha de un proyecto. Todo sumado a que la población de las Islas recibe de forma muy dispar informaciones periodísticas sobre el emprendimiento. En Tenerife y Lanzarote, por ejemplo, la recepción de estas noticias está muy resentida, según el informe, caso radicalmente opuesto al de otras islas como Gran Canaria y Fuerteventura, cuyos ciudadanos ven en los medios mucha más información sobre nuevos proyectos empresariales.
Estas y otras razones hacen que, en Canarias, el porcentaje de población activa en edad de trabajar que está actualmente emprendiendo esté en torno al 5%, por debajo de la media española y todavía en cifras inferiores a los datos que presentaba la Comunidad Autónoma en 2008 (6%), cuando comenzó la crisis económica provocada por la quiebra de Lehman Brothers.
El avance emprendedor en el Archipiélago pasa inevitablemente, según Batista, por ese "abrirse al mundo" que actualmente lastran los proyectos "para ganarse la vida" y cuya clave de éxito es la economía digital. A este respecto, por cierto, el informe GEM revela que existe una brecha de edad entre los emprendedores que apuestan por invertir en la digitalización, pues son en su mayoría mayores de 55 años quienes lo hacen.
Cuestión de género
Por otra parte, uno de los datos más interesantes que arroja este informe es la distribución y la forma de emprender según el género en Canarias. La distribución en la iniciativa entre hombres y mujeres a la hora de desarrollar un proyecto empresarial arroja un dato destacable: aunque a lo largo de la última década siempre ha sido mayor el porcentaje de hombres que emprendía que el mujeres con respecto al resto de hombres o mujeres activos, en 2022 (último año analizado), la gráfica se ha revertido. Ese año, el 5,6% de la población femenina activa tuvo iniciativa empresarial, frente al 4,3% de la masculina.
No obstante, hay una explicación que explica el crecimiento de las cifras de emprendimiento entre las mujeres. El informe ha demostrado que ellas tienden a abrir empresas "a golpe de circunstancias", especialmente en periodos de dificultades económicas, como sucedió con la crisis de 2008 y la asociada con la pandemia. Esto respalda el patrón de emprendimiento "para ganarse la vida" del que habla Batista conforme a los datos del informe.