Los ecos del apagón que aún mantiene a La Gomera en la penumbra -al cierre de la edición del miércoles en las calles de San Sebastián la oscuridad era total- tardarán tiempo en disiparse. Una temporada estival parcialmente truncada que ha dado al traste con los márgenes de beneficio de muchos negocios que pretendían, permitan el chascarrillo, hacer su agosto.
Son muchos los sectores afectados como el de la restauración, el hotelero o el de los rent a car, que han visto cómo se sucedían las cancelaciones, una dinámica que puede prolongarse más de lo necesario si no se toman las medidas adecuadas por parte de Endesa para garantizar el suministro.
Esa falta de suministro llevó a algunas de las empresas a tomar la iniciativa para que los ciudadanos se viesen afectados en la menor medida posible, como es el caso de Caixabank, que traslado a La Gomera dos generadores propios para poder dar servicio a la población.
Falta de efectivo
El domingo fue un día de mucha tensión por la incertidumbre de cuándo se restablecería el suministro. Con las líneas caídas pagar con tarjeta de crédito o con las aplicaciones del teléfono móvil a través de datáfonos no era posible, por lo que hacía falta efectivo.
Por ello, cuentan los vecinos, el lunes cuando se restableció el servicio en varias zonas, muchas personas sacaron todo el dinero que podían del cajero, anticipando lo que pudiera pasar. En ese entonces Caixabank ya había enviado a La Gomera dos generadores propios para que, ante la previsible lentitud de Endesa, los clientes no se viesen afectados.
Mucho estrés
Fuentes del banco aseguran que han sido unos días con “mucho estrés”, en conversaciones “constantes” con el cabildo para ver en qué podían ayudar. Además, los generadores se fueron moviendo de unas sucursales a otras para que todas las zonas tuvieran cubiertos sus servicios. La diferencia entre unas empresas y otras.
En ciertos núcleos varias personas comentan que tuvieron problemas para sacar efectivo, algo que era inevitable por la caída de la tensión eléctrica y que motivó precisamente la llegada de esos generadores que aportó la compañía de su propio bolsillo para que la población pudiera disponer de dinero con el que sobrellevar tanto despropósito.