Existe un dicho, el de ganarse las habichuelas, que se escucha sobre alguien que sabe buscarse la vida y que tienen la habilidad de buscar el sustento o el alimento con soltura y ante cualquier situación. Buscándome las habichuelas, justamente, es una empresa de inserción social de Cáritas Diocesana de Tenerife que existe a través de una importante red de producción y distribución de producto fresco y ecológico, empleamos a personas en situación o riesgo de exclusión social.
“Nuestro principal objeto social es la inclusión de personas con dificultades de acceso al mercado laboral ordinario”, explica Laura Quintero Rodríguez, gerente de Buscándome las Habichuelas. La compañía trabaja con los servicios sociales de los ayuntamientos y buscan a personas que cumplan con el perfil de inserción y que, además, tengan un perfil con competencias laborales que necesite la empresa en ese momento.
Líneas de trabajo
La empresa se ramifica abarcando la producción, distribución y comercialización de productos ecológicos y de comercio justo —esto incluye la manipulación y transformación en producto final—. Hay diferentes líneas, “primero, la producción agrícola ecológica en el municipio de La Guancha, a través de la sesión de fincas por parte del Cabildo de Tenerife, la finca de La Rosita y de Hoya Grande en la cual cultivamos verdura hortícola ecológica que sirve para comercializar a diferentes clientes tanto a particulares como iniciativas de restauración privada y pública colectiva”.
Asimismo, en Buscándome las Habichuelas también cuentan con una cocina ecológica en el municipio de La Laguna. “Elaboramos catering de eventos con productos, tanto de nuestra propia producción, como de otras iniciativas ecológicas de todas las Islas” y, además, distribuyen productos frescos ecológicos a algunos centros escolares de Canarias.
El campo es agradecido
El campo y el sector agrícola en Canarias hace tiempo que pide un impulso e iniciativas como esta sirven para ello. Además, “nuestro éxito no está en la venta de lechuga o del catering ecológico”, manifiesta Quintero, “para nosotros la agricultura ecológica es la mejor excusa para, primero, potenciar el sector primario en las Islas y, como el campo es agradecido, nos parece también una muy buena iniciativa de inserción para familias en situación desfavorable”.
La contratación de personas se hace siguiendo la Ley de Empresas de Inserción y tienen que pertenecer a alguno de los colectivos que establece precisamente esa ley. “Hablamos de personas mayores de 45 años que están en situación de desempleo de larga duración, que han salido de la cárcel, menores no acompañados, mujeres víctimas de violencia de género…”.
Inspiración
A pesar de ser una empresa “pequeñita”, como comenta Quintero Rodríguez, tienen un alto porcentaje de éxito de inserción. “Desde el 2017 hasta la actualidad ha sido del 50%”, afirma. Mirando hacia el futuro, el objetivo es expandir y fortalecer el proyecto, tanto en el ámbito agrícola como en la comercialización de productos ecológicos. Su visión es democratizar el acceso a los productos agrícolas ecológicos en las Islas Canarias, transformando la percepción de estos productos de lujo a una opción accesible para todos.
Buscándome las Habichuelas no solo sirve para aportar experiencia y dar un trabajo a personas en riesgo de exclusión social, también sirve como inspiración para aquellos que han pasado por ahí. “Conocemos a gente que se encuentra desarrollando su propia actividad como autónomos en fincas de Tenerife, personas jóvenes y no tan jóvenes”, celebra la gerente.