"Cero incidencias" es el balance que ha supuesto a Binter el apagón de La Gomera, provocado por un incendio en las anticuadas y mal mantenidas instalaciones de la central eléctrica El Palmar, de Endesa, según ha explicado la aerolínea a Atlántico Hoy. Desde pocas horas después del incendio, el Cabildo Insular comunicó que el aeropuerto funcionaba con plena normalidad.
El corte eléctrico ha sido total durante más de un día y después la energía se ha ido recuperando por zonas de forma muy paulatina. El apagón ha indignado a todo el mundo: políticos, empresarios y vecinos. Las analíticas en centros de salud, suspendidas. El género comprado por los restaurantes, a la basura sin capacidad de congelarlo. Las viviendas sin luz para ver más allá de la puesta de sol, ni calentar el agua del termo, ni hacer llamadas telefónicas. Un desastre provocado porque los ocho grupos electrógenos se quemaron en la central tenían más de 35 años y debían haberse repuesto a los 25. Una década sin mantenerlos por parte de Endesa.
No había medios
Pero, en medio de todas las incidencias, si había algo en La Gomera que funcionaba con la precisión de un réloj suizo era el aeropuerto. ¿Cómo puede ser que, mientras todo fallaba, en la pista no se registrase ni un simple retraso?
Para ir recuperando la energía en la isla, Endesa ha tenido que hacer un esfuerzo titánico para trasladar equipos de sustitución. Esa es la historia bonita, la que dibuja la empresa. La real es que Endesa no tenía medios suficientes en la isla para reparar la avería que provocó su negligencia anticipada hacía una década; y que otras empresas e instituciones públicas han tenido que arrimar el hombro para que la compañía eléctrica pudiese reponer la energía.
Por ejemplo, Fred. Olsen, que ha puesto a disposición de Endesa sus barcos para trasladar equipos; el Ejército, que se ha trasladado a la isla para paliar la situación; o el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane, que ha enviado a La Gomera un generador por su cuenta y riesgo mientras la eléctrica espera a que lleguen materiales de la Península.
Aena tenía generadores propios
Volviendo a la pregunta, ¿cómo puede ser que el aeropuerto no fallara? Porque Aena sí fue previsora y, como en todos sus aeropuertos, tenía baterías y generadores listos por si caía la electricidad. Algo que a Endesa debería habérsele ocurrido si sabía desde 2013 que ocho grupos electrógenos estaban desfasados y podían iniciar un incendio.
"El Aeropuerto de La Gomera ha estado plenamente operativo y sin incidencia alguna gracias a las infraestructuras con las que él mismo cuenta. El propio aeropuerto se ha autosuministrado energía sin necesidad ni ayuda de terceros", ha asegurado Aena a Atlántico Hoy.
Los medios del aeropuerto
¿Qué hubiera pasado si la energía se hubiese caído en sus instalaciones? Según explican a este medio fuentes de los controladores aéreos, todos los aeropuertos tienen sistemas para mantener la energía en sus torres de control, transpondedores de radio portátiles para comunicarse con los aviones y baterías para las señales de valizamiento en pista.
Si todo eso hubiese fallado, como falló en el resto de La Gomera salvo en el puerto y el hospital, que funcionan también con generadores propios, ajenos a Endesa, el aeropuerto tendría que haber suspendido sus operaciones hasta que hubiese vuelto la energía, lo que muy probablemente hubiese supuesto tener la isla completamente incomunicada, tanto física como telemáticamente.