La Audiencia Provincial de Las Palmas ha sentenciado que el concurso de acreedores de Gánigo Muebles es culpable. Por ello, acuerda inhabilitar a la que fuera administradora Montserrat Álvarez Pérez, por el plazo de tres años, para administrar bienes ajenos, representar a cualquier persona, ejercer el comercio o desempeñar cargo alguno en compañías mercantiles. Por último, pierde cualquier derecho que pudiera tener como acreedora de Gánigo.
Omisión del deber de colaboración
Con semejante resolución, la Audiencia estima en parte el recurso de la propia empresa, presentado a raíz de la sentencia que dictó en febrero de 2022 el Juzgado Mercantil número 1 de Las Palmas.
Este consideró que la compañía había incumplido el deber de colaboración con el administrador concursal y dictó la culpabilidad del concurso. A la vez, condenó a Álvarez Pérez al pago del agujero concursal, hasta la cantidad de 303.000 euros. Y le impuso el importe total de las costas del proceso. La Audiencia da ahora en absolverle de ambos pagos.
Trece años en los juzgados
Con esta sentencia se pone fin a un largo expediente. Sus coletazos se han prolongado nada menos que trece años, pues Gánigo entró en concurso de acreedores en 2010. Con todo, la sentencia no es firme. Todavía cabe la posibilidad de interponer recurso extraordinario por infracción procesal, ante el mismo tribunal.
Gánigo Muebles se fundó en 1989. Estaba censada en avenida las Vegas número 16, de Tinajo (Lanzarote). Su especialidad eran los muebles de cocina, que suministraba a particulares y a establecimientos hoteleros de la zona.
Las mismas instalaciones de Tinajo
Tras la quiebra de 2010, Montserrat Álvarez siguió ligada al sector auxiliar del mueble, como administradora de Aluminios Alegranza, rebautizada con la razón social de Alegranza20. Esta ocupa ahora las mismas dependencias de Gánigo en avenida las Vegas.
Con motivo de la condena del Juzgado Mercantil, Álvarez cesó como administradora de Alegranza20 y pasó a ocupar el cargo su hermano Marcial Manuel Álvarez Pérez.