La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha abierto un expediente sancionador a la empresa Bahía de las Isletas, matriz de Naviera Armas, al entender que ha incumplido los compromisos que asumió para que se le autorizara la compra de Trasmediterránea en 2018.
En un comunicado, la CNMC recuerda que la absorción de Trasmediterránea por parte de Armas "creaba un monopolio en el tráfico marítimo de pasajeros en la ruta entre la Península y Canarias", además de plantear "riesgos para la competencia en el transporte marítimo de carga y pasajeros en las rutas entre el sur de la Península y Melilla e interinsular canario, ya que desaparecía un competidor relevante".
Un acuerdo con FRS para evitar el monopolio
Sin embargo, añade, los compromisos presentados por Naviera Armas solventaban estos problemas de competencia, ya que permitían que una tercera compañía (FRS) comenzara a prestar servicios de transporte marítimo de pasajeros y carga en las rutas donde estaba presente Naviera Armas (Motril-Melilla y Huelva-Canarias, una ruta circular que le permitiría prestar tráfico interinsular).
Para ello, estaba previsto que Naviera Armas y FRS firmaran contratos de fletamento de tres años de duración (prorrogables por un año), y una serie de obligaciones que permitirían que FRS operara de manera eficaz en esas rutas. Ello implicaba cesión de uso de amarres, sistema de expedición de billetes, abstención de uso de marca y comunicación a clientes.
Además, para garantizar la eficacia de estos contratos, se incluyeron cláusulas que obligaban a informar a la CNMC e impedían modificar las condiciones sin autorización previa.
Armas incumple el compromiso
La CNMC detalla que ya el 13 de septiembre de 2023 este organismo estatal "declaró que Naviera Armas había incumplido parte de los compromisos aceptados en 2018".
La Comisión recuerda que la incoación de este expediente no prejuzga el resultado final de la investigación, que deberá resolverse en un plazo de tres meses.
La situación de Armas tras absorber Trasmediterránea
La carga económica que implicó la absorción de Trasmediterránea y el parón de las rutas marítimas durante meses que implicó la pandemia de la COVID-19 en 2020 llevaron a Naviera Armas a una comprometida situación financiera que ha transformado su accionariado.
Tras solicitar el apoyo del Estado a través del Instituto de Crédito Oficial, Armas llegó a un acuerdo en abril de 2023 con las entidades tenedoras de sus bonos por las que estas se convirtieron en las nuevas accionistas mayoritarias de la compañía, con el 94 % del capital, mientras que el 6 % restante quedó en manos de la familia Armas, su fundadora.
Dos años antes, en 2021, Armas ya había vendido al Grupo Grimaldi los buques y terminales con los que Trasmediterránea venía operando en las líneas marítimas entre Baleares y la Península.