No importa el motivo de tu estancia en Tenerife, quizás seas un viajero, o quizás un local, lo importante es que de cada diez personas que están en la Isla, nueve visitan el Parque Rural de Anaga, un lugar que está a pocos minutos de las dos ciudades más cosmopolitas de Tenerife, Santa Cruz de Tenerife y La Laguna.
La primera pregunta es, ¿cómo llegar a este impresionante parque?
Más fácil de lo que imaginas.Si vas en transporte público:
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Desde Sta. Cruz.
Líneas 945 y 947.
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Desde La Laguna.
Líneas 076, 077, 273, 274 y 275.
Si vas en vehículo propio:
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Desde Santa Cruz.
Por la TF-11, que une Santa Cruz con San Andrés, y luego la TF-12 hasta Igueste de San Andrés y El Bailadero, y desde allí la TF-134 hasta Benijo.
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Desde La Laguna
Por la TF-13 que te llevará directamente hasta la TF-12. En el Mirador de Sardina continuar todo recto por la TF-12 hasta llegar al cruce del Bailadero, y desde allí la TF-134 hasta Benijo.
Una vez sabemos cómo llegar sólo queda disfrutar y descubrir por qué dicen que Anaga es salvaje,
1. Por sus playas.
Benijo | MARTA PURRIÑOS
Nosotros hoy, te llevaremos por la zona noroeste de Anaga, donde puedes disfrutar de la costa y del macizo en todo su esplendor, sobretodo de un sendero insólito y muy apartado, partiendo desde la playa de Benijo, donde todos los instagrammers quieren sacarse una foto, y es que muchos las comparan con la playa Vik en Islandia.
Cuando finalizamos el recorrido, nos dimos cuenta de porqué fue declarado como Reserva de la Biosfera, sus valores naturales, sus endemismos y la fuerza apabullante de la naturaleza en todo su apogeo es una verdadera delicia para los amantes del deporte, de los aventureros y de todo aquellos que deseen hacer algo distinto.
Te aseguramos que no serás el primero en caer rendido ante sus imponentes montañas, su bravo mar y su particular vegetación.
2. Sus pueblos.
Pueblo de El Draguillo | MARTA PURRIÑOS
Sus pueblos son muy poco comunes, pues se agrupan en pequeñas comunidades de varias casas hechas con materiales que le dan un aspecto muy salvaje que va acorde con su entorno.
Te recomendamos que te descalces y pasees por las rocas y la arena suave del camino, mejor aún, que saborees la comida local como nunca antes lo habías hecho.
Lugares con encanto para comer.
3. Su ambiente.
Señalización en El Draguillo | MARTA PURRIÑOS
El ambiente que rodea la zona es innegable, hecho para los viajeros más atrevidos que estén dispuestos a conocer la verdadera esencia de la zona.
Un dato muy curioso es que muchos senderistas y excursionistas van caminando desde Benijo hasta el Draguillo, creyendo que está muy cerca del final, y justo desde ese punto es donde da comienzo el verdadero sendero. La caminata no ha hecho más que empezar, así que verán a muchos turistas haciendo auto-stop, para poder hacer el camino mucho más llevadero.
4. Sus impresionantes vistas.
Vistas desde el sendero | MARTA PURRIÑOS
Anaga es así, atractiva y directa, ya solo la impresionante altura de sus montañas elevadas sobre la costa es una imagen tan singular que es raro que no pares a observarla. Pero si de verdad quieres disfrutarlo deberías recorrer este sendero hasta Los Roques de Anaga o llegar hasta alguna de sus encantadoras calas o playas de rocas o arena negra (como la de Benijo).
Caminar sobre la arena volcánica, darte un baño en sus aguas atlánticas y disfrutar del salitre de esta zona del mundo es mucho más que un tratamiento para nuestro cuerpo y mente.
También destacamos algunas formaciones geológicas como los propios roques (antiguas chimeneas volcánicas), los diques (fisuras rellenas de magma solidificado que identificarás como “muros” en medio del paisaje), los acantilados y los barrancos. Y como no, nuestro mar de nubes, sobretodo por esta zona, donde siempre se alojan abrazando la cumbre de las montañas.
Las Hermanitas | MARTA PURRIÑOS
5. La magia de estar en otro lugar.
Caserío abandonado | MARTA PURRIÑOS
Si de algo estamos seguros es que no hay nada más estimulador para cualquier visitante que saber que está en un sitio aislado pero sobretodo abandonado. Y esto sucede si continuas por el sendero y llegas a descender por un camino muy estrecho, lleno de vegetación y muchísima altura. La verdad sea dicha, da impresión, pero mucho más cuando te topas de repente con esta estampa, un caserío abandonado en una meseta flanqueada por los barrancos de Cho Canaria y Las Palmas.
Es como si estuvieses en una película de miedo, todo muy oscuro, desgastado y sin un alma. Nosotros nos metimos dentro de la edificación y descubrimos que era antiguamente una Hacienda, vinculada al cultivo de la viña durante el siglo XVII.
Posee un patio abierto con diferentes puertas que conducen a varias habitaciones, conservando aún los colores ocres originales. En 2012 fue declarada como Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento.
Hacienda de San Gonzalo | MARTA PURRIÑOS
6. Sus endemismos.
Tabaibales | MARTA PURRIÑOS
Matorrales y mucha Tabaiba de la dulce es lo que podrás encontrar a lo largo del camino junto a otras especies de matorrales canarios, son lo más curioso, por su distribución y su forma tan característica.
Roques de Anaga | MARTA PURRIÑOS
Y por fin y lo más deseado, llegar a la meta final, nosotros nos propusimos llegar hasta Roques de Anaga y disfrutar de sus vistas hasta bien entrada la tarde.
Roques de Anaga | MARTA PURRIÑOS
7. Compartir momentos con sus locales.
Esta es una historia de lo más peculiar, justo cuando nos íbamos nos encontramos con Francisco, un local afincado hace más de 10 años en la meseta de Las Palmas, nos sorprendió su amabilidad y cercanía.
Nos contó que vivía completamente solo y que siempre intentaba ayudar a los turistas que paseaban por delante de la casa.
Su casa tiene unas vistas más que privilegiadas, ya lo pueden observar en la foto.
Lo que más me gustó es que pude disfrutar con él una charla más que profunda, escuchando su experiencia, todo lo que había vivido, en cuánto países había vivido y trabajado, y sobre todo, comprender como un hombre con tanto recorrido había elegido por elección propia aislarse completamente del mundo y vivir con su perro y su burro Perico.
Local en Roques de Anaga | MARTA PURRIÑOS
Quizás esto fue lo que hizo que decidiera hacer este artículo y contarles por qué creo que Anaga es mágica y salvaje, es capaz de conservar su esencia intacta a la vez que te invita a disfrutar de sus maravillas, y encontrarme con Francisco fue todo una sorpresa y regalo.
Si les ha gustado y quieren saber mucho más del sendero y la zona, no duden en seguir este link, donde podrán encontrar mucha más información.