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Empresas

Alexis Amaya: auge, caída y resurrección del CEO de Dormitorum, el rey de los colchones

Del fracaso al éxito: cómo el empresario tinerfeño convirtió su idea en un referente en el sector de colchones, liderando con visión y compromiso

4 minutos

Alexis Amaya por Farruqo.

En 2008 todo Hollywood quería aparecer en El Séquito (Entourage), una serie de HBO que contaba las andanzas del actor Vincent Chase (Adrian Grenier) en la meca del cine. Martin Scorsese, Scarlett Johansson, Aaron Sorkin, Gal Gadot, LeBron James, Jessica Alba, Bono —el de U2—, Sasha Grey, Bob Saget, Sofía Vergara, Snoop Dogg, Mandy Moore o Matt Damon hicieron cameos en una trama que, más allá de mostrar la sustancia del faranduleo de Los Ángeles, contaba las peripecias de un grupo de colegas de toda la vida —Eric Murphy (Kevin Connolly), Johnny Drama Chase (Kevin Dillon) y El Tortuga (Jerry Ferrara)— que se trasladaron desde Queens (Nueva York) hasta California con un objetivo: mantener a su amigo, convertido en estrella de la industria de entretenimiento, con los pies en el suelo.

A Alexis Amaya Carballo (Santa Cruz de Tenerife; 1979), CEO de Dormitorum, le pasa algo similar a lo que vivía Vincent Chase en el argumento de Entourage: es un tipo de éxito y ahora mismo todo el mundo quiere estar a su lado. Su notoriedad no es fruto de la casualidad. Su empresa —especialziada en la venta de colchones y artículos de cama— facturó 40 millones de euros el año pasado, cuenta con 32 tiendas repartidas entre Tenerife, Gran Canaria y Madrid y su reciente defensa de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en un podcast propio —The Alexis Army, en el que charla de negocios y de la vida con diferentes invitados— lo ha convertido estos días en un fenómeno viral —hasta ha sido reclutado por laSexta para participar en alguno de sus programas—. Pero más allá del destello que desprenden los focos de la fama, Alexis Amaya también cuenta con su propio séquito que lo mantiene sobre piso firme y lejos del embuste de la fama.

Quiebra en 2012

Tipo de barrio, sus mejores amigos aún son los que se labró en las calles durante su infancia y juventud. Vitolo, Ancor, Juan Luis el Pope o Calín aún aparecen en los planes de un emprendedor al que ahora llaman directivos de otras empresas, bancos y fondos de inversión para plantearle negocios y conocer su receta del éxito. Pero no siempre fue así. Antes de hacer saltar la banca con Dormitorum, Alexis Amaya picó piedra: estudió diseño gráfico, trabajó en agencias de publicidad —de donde se fue porque no se tenían en cuenta sus ideas—, despachó enciclopedias puerta a puerta y montó una empresa de Venta Directa en la que los colchones —con financiación de terceros— eran el producto estrella y que, debido a la crisis de 2008, saltó por los aires en 2012.

Montaje AH con Alexis Amaya y Eduardo Calero, fundadores de dormitorum, recibiendo premio de AJE junto a Juan Espino y una tienda de la empresa. / AH

Alexis Amaya se quedó tieso entonces: en números rojos y con una ejecución hipotecaria en la que un banco se quedó con un inmueble de su propiedad. Ese revés no detuvo sus pasos y perseveró como emprendedor para salir del pozo. Conoció a Marta, su mujer y madre de su hija, y fundó Compra Fácil Canarias, una web que creó desde su casa. Allí vendía toda clase de productos relacionados con el descanso que repartía personalmente con ayuda de un viejo furgón y un portátil que tenía de sus aventuras empresariales anteriores. Entre el material que ofrecía, cómo no, figuraban los colchones —después de todo, la gente tiene la costumbre de dormir todos los días—. 

Primera tienda física

La fórmula de Alexis Amaya para hacer funcionar su nuevo negocio no tenía más ciencia que el trabajo duro: sacaba los colchones a crédito de un mayorista, los vendía en el día y los pagaba por la noche para poder sacar más unidades y poderlas colocar al día siguiente. La empresa le permitió liquidar deudas, afrontar con garantías el día a día y sentar las bases del imperio en el que se ha convertido Dormitorum. El primer paso fue aparcar el furgón, impulsar la tienda online y abrir un punto de venta —objetivo que alcanzó con el apoyo de Juan Ramos al alquilarle un local a Ambrosio Jiménez en Los Majuelos (establecimiento sigue a pleno funcionamiento)—.

La alianza con Pedro Delgado, principal proveedor durante los primeros años de Dormitorum, dio solidez a un proyecto que hoy, con Eduardo Calero como socio-gerente, tiene a varias fábricas de Yecla (Murcia) que trabajan casi en exclusiva para propocionar su material —que se divide en tres marcas: Dormi Life, Healthy Life y la joya de la corona: Colossus—. La expansión y crecimiento de la compañía ha ido de la mano de una ambiciosa estrategía de márketing y publicidad, área en la que la inversión ronda entre los cuatro y los cinco millones de euros anuales. Figuras como Juan EspinoPablo Chiapella —La Hora Chanante o Aquí no hay quien viva—, Ramón Langa —actor de doblaje que pone voz a Bruce Willis— o Jordi ENP han protagonizado sus anuncios, algunos convertidos en piezas con bastante tirón en las redes sociales.

Alexis Amaya, durante una intervención reciente en un programa de laSexta. / AH

Condiciones laborales

Las cifras económicas de Dormitorum hablan por sí solas. En 2021, la facturación subió un 55% y se disparó de 10,7 a 16,6 millones de euros. Dicho avance no es el mayor que ha registrado la empresa, pues desde su fundación cada año dobla los ingresos del anterior. También son reseñables los resultados. Se saldan desde el primer momento con beneficios. En 2021 se duplicaron hasta 2,3 millones. De esta cantidad, 925.000 euros se aplicaron a dividendo y el resto a reservas. En un año, de 2023 a este, el número de empleados se ha multiplicado por dos: pasado de tener 73 a contar con una plantilla de 150 trabajadores, grupo al que Alexis Amaya cuida al detalle a partir de una cuestión de lógica aplastante: si las condiciones son buenas, rinden más.

Las condiciones de trabajo en Dormitorum son uno de sus grandes atractivos. La empresa cuenta, en algunos de sus centros, con guarderías para que sus empleados puedan matricular a sus niños. Además, amplía el periodo de permisos por paternidad de sus trabajadores —a los que ingresa un bonus de 300 euros tras el nacimiento de un hijo— más allá de lo que establece la ley. Los beneficios no se quedan ahí: todos cuentan con un seguro médico privado que paga la propia firma y cada año que la compañía ha logrado beneficios, Alexis Amaya aparta una bolsa que reparte entre su plantilla en forma de plan de pensiones

Así es Dormitorum, el imperio para gente despierta que ha levantado Alexis Amaya Carballo.