Agua marrón. Es lo que sale por los grifos de algunos camarotes de la tripulación que navega en el buque Volcán de Timanfaya de Naviera Armas, según un vídeo al que ha tenido acceso Atlántico Hoy enviado desde ese barco.
Según indican a este medio fuentes de la tripulación, la situación puede deberse al óxido acumulado en los tanques, las tuberías o los calentadores de ese buque, lo que estaría generando que el agua de consumo humano salga oxidada también.
Peligroso para la salud
Beber agua con cierta cantidad de hierro es habitual, puesto que es un mineral que se disuelve de manera natural en determinadas fuentes de agua y, en medidas muy pequeñas, no tiene por qué causar ningún daño al organismo humano.
Ahora bien, cuando el agua está visiblemente oxidada, se vuelve más pesada, con sabor metálico y puede causar mareos, dolores de cabeza, diarrea o vómitos, además de resecar la piel y el cabello al utilizarla para la higiene personal y afectar a la colada y los electrodomésticos que utilizan agua.
En más barcos
Según han explicado a Atlántico Hoy empleados de Naviera Armas, esta escena se repite en otros barcos como el Volcán de Tamadaba. Aunque lo más probable, por paralelismos con situaciones ocurridas en el pasado, es que se trate de un problema de óxido en los calentadores.
Según explican a este medio extrabajadores de la compañía, hace años el buque Volcán de Tindaya presentó este mismo problema sólo con el agua caliente. Según se aprecia en el vídeo difundido del Timanfaya, el grifo está en posición de agua caliente, por lo que podría tratarse del mismo problema.
En el caso de hace años del Tindaya, según cuentan extrabajadores de la naviera, la situación se prolongó durante mucho tiempo y la solución fue ducharse con agua fria. Los miembros de la tripulación que tenían el pelo largo llegaron a ducharse con agua calentada y almacenada en garrafas, según explican a este medio.
Otros problemas
Otros problemas con las tuberías también son habituales en los barcos con más años de la naviera. Frecuentemente se provocan humedades en los buques porque los desagües del barco se taponan con restos de comida, provocando inundaciones de aguas grises que han obligado, en ocasiones, a tener que cambiar tramos enteros de tubería, segun explican a este medio fuentes en la naviera.
Las condiciones en las que trabajan los empleados de la naviera en algunos barcos deja bastante que desear. Al problema del óxido en las tuberías se suma, como ya publicó Atlántico Hoy, el de las instalaciones con visibles y peligrosos desperfectos, así como unas condiciones de trabajo en las cocinas de algunos barcos por encima de 40 grados centígrados.