La legendaria Millac está a punto de desaparecer debido a la situación económica de la empresa José Sánchez Peñate (JSP), matriz de esta marca canaria creada en 1965, la primera de JSP, fundada solo un año antes.
La leche o sus clásicos batidos de sabores se van despidiendo de los supermercados de Canarias antes de desaparecer, no se sabe si definitivamente, una vez que la matriz ha entrado en subasta por descuerdos entre la administración concursal y el fondo de capital riesgo Hiperion, que pretendía hacerse con la empresa.
Clamor en redes
Las redes sociales se han mostrado muy activas en las últimas semanas ante la desaparición de los productos de Millac de los lineales de los supermercados, pidiendo explicaciones a la empresa y lamentándose de la falta de unos productos que han crecido con la sociedad canaria de los últimos años.
También se recrimina que, además de la poca oferta que queda en stock, se está vendiendo "a precio de oro", lo que consideran un abuso. "Luego quieren que consumamos producto canario y nos hacen esto!", se lamenta un usuario en Twitter.
Más de 50 años con las familias
Millac consiguió durante más de cinco décadas hacerse un hueco en las casas canarias, acompañando a familias y, concretamente, a los más pequeños con sus gamas de batidos: vainilla, fresa y cacao, su auténtico baluarte. Sabores que se habían convertido en indispensables en muchos recreos de los colegios.
Ahora, cuatro años después del cambio radical en sus envases (en su forma y suprimiendo la imagen de los dos niños que durante 50 años se habían convertido en símbolo de la marca), Millac se encuentra al borde del abismo y, salvo milagro de entrada de un nuevo inversor con intención de reflotar esta marca, los amantes de Millac podrían estar ante sus últimos batidos y bricks de leche, además de la leche en polvo, germen de la entrada de la marca, originariamente irlandesa, en Canarias.
Cierre de la fábrica de Güímar
Desde hace más de tres semanas la fábrica principal de productos lácteos de la empresa, sita en Güímar, ha cerrado sus puertas y ha parado las máquinas que preparaban todos los productos de Millac, así como de hasta otras ocho marcas de leche gestionadas por JSP o, incluso, productos de marca blanca de Hiperdino.
Hasta ese momento la fábrica, según ha podido conocer Atlántico Hoy, ha estado trabajando al mínimo ritmo.
Últimas existencias
En este sentido, los productos Millac que aún aguantan en las estanterías de los supermercados son las últimas existencias, más el remanente que aún pueda quedar en los almacenes de la compañía.
En este punto, la única solución a la que parece que pueden aspirar los clientes habituales de Millac es la de que en el proceso de liquidación de JSP entre un inversor y empiece de nuevo la producción de los productos lácteos en la fábrica de Güímar. Si no es el caso, la marca terminará de desaparecer en las próximas semanas según se vayan retirando sus productos de los puestos de venta.