El sueño de la UD Tenerife

Luis Padilla nos recuerda este domingo, el día en el que se creó la Unión Deportiva Tenerife

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El ascenso a Segunda División de la UD Las Palmas en el verano de 1950, en perjuicio del propio CD Tenerife, animó a los dirigentes tinerfeños a creer que la mejor manera de acceder a las categorías nacionales era mediante una alianza entre los clubes históricos. En Gran Canaria se había hecho, al fusionarse los cinco mejores equipos de la época, con Marino y Victoria a la cabeza, para dar lugar a la Unión Deportiva. Y había salido muy bien. Y en Tenerife se apostó por copiar la fórmula: Price e Iberia dieron el primer paso, secundados luego por Real Unión, Hespérides y Norte. Faltaba el CD Tenerife, que en noviembre dio el paso “para formar el equipo único de la Isla que pueda aspirar con posibilidades de éxito al ascenso”. Y la medida propició la creación de la Unión Deportiva Tenerife.

Los integrantes iniciales de esa primera plantilla de la UD Tenerife fueron Gorrín, Llanos, Cabrera, Villar, Arbelo y Rojas, del Tenerife; Álamo, Grafiña, Mario, Juanito y Tito, del Real Unión; Cándido, Macario y Pedrín, del Hespérides; Sedomir, Eusebio, Toledo, Tosco y Ruperto, del Norte; Rodríguez y Lorencito, del Iberia; y Chicho y Semán, del Price. El acuerdo daba derecho a la UD Tenerife a participar en la eliminatoria de ascenso, al margen de lo que sucediera en el campeonato local. Con todo, la UD Tenerife fue campeona invicta del intrascendente torneo… aunque el CD Tenerife le plantó cara con elementos como Durán, Arbelo, Martín o Antonio 'el Loco'. Y como se había acordado, el rival en la disputa de la plaza en Segunda División, en una eliminatoria directa, iba a ser el Levante, antepenúltimo del grupo Sur. 

Curiosamente, el Levante era uno de los pocos equipos que, tras jugar ante la UD Las Palmas, no pasó luego por Tenerife para disputar un amistoso que servía para tener información del entonces poco conocido fútbol peninsular. Casi todos lo hacían y de ellos tenía información el equipo tinerfeño. Pero no del Levante. El primer partido se disputó el 13 de mayo de 1951 en el Heliodoro con un lleno absoluto. Aquel domingo, la UD Tenerife alineó a: Cándido; Eusebio, Chicho, Llanos; Villar, Medina; Macario, Pedrín, Mario, Lorencito y Arbelo. El conjunto local logró un mínimo triunfo (1-0) gracias a un gol de Lorencito a los siete minutos que hacía presagiar unas goleada. No llegó. El propio Lorencito falló un penalti y remató dos balones a los palos. Ese día se esfumó el sueño de la UD Tenerife. Y quizás su propia existencia.

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Lorencito

 Dos semanas después, en el campo de Vallejo, el Levante y un árbitro que no merecía llevar ese nombre, el catalán Antonio Balcells Regué, privaron a la UD Tenerife de su sueño con un penalti inexistente que supuso el definitivo 3-1 a diez minutos del final. Y en verano fue el CD Tenerife quien decidió abandonar la aventura y recuperar jugadores. La UD Tenerife quedó debilitada y sufrió para mantenerse en la Primera Categoría insular. En la primavera de 1953 surgió otra posibilidad de promoción para el campeón tinerfeño. La UD Tenerife contó con el apoyo de Real Unión y Hespérides. Y también de la UD Las Palmas, que le cedió nueve jugadores. Pero el CD Tenerife se impuso en el torneo insular, eliminó al Orihuela y ascendió a Segunda División. Entonces, la UD Tenerife dejó de tener sentido y desapareció.