“… y estééééééé... tanto hablar del gol sssssien, del gol sssssien... y al final el que valió fue el sssssiento uno”. Las palabras de Jorge Solari al término del Tenerife-Mallorca disputado el 24 de marzo de 2001 resumen las divergencias entre entrenador y medios de comunicación al valorar lo importante y lo anecdótico en un conjunto en fase de recuperación tras la marcha de Xabier Azkargorta y la llegada del técnico argentino al banquillo blanquiazul.
Para entonces, el Tenerife sumaba tres victorias y un empate –con el Atlético de Madrid– en cuatro apariciones ligueras en el Heliodoro con su nuevo entrenador. Y el domingo anterior había igualado (2-2) en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla.
Pese a todo, era antepenúltimo en la clasificación y ocupaba puestos de promoción, tres puntos por encima de la zona de descenso y a un punto de la permanencia. Por ello, a falta de doce jornadas para acabar la competición, el choque ante el Mallorca, rival directo en la batalla por la permanencia (tenía sólo un punto más que el Tenerife), debía merecer el calificativo de vital. Pero en la Isla no se hablaba mucho del Mallorca ni del partido. Sólo había hueco para “el gol cien”. El domingo anterior, en Sevilla, el tanto logrado por Quique Estebaranz no sólo daba el empate a dos a los blanquiazules, sino que era el número 99 de los marcados por el Tenerife en Primera División a lo largo de su historia.
Conocido el dato, no se hablaba de otra cosa. Un periódico anunciaba la entrega de una placa al autor del tanto, entre una emisora y una cadena local de venta de electrodomésticos prometían un televisor para quien lograra ese gol centenario… y hasta las habituales llamadas a la radio para adivinar el resultado del partido se sustituían por pronósticos sobre el nombre del posible realizador de esa histótica 'diana 100'. Y no eran pocos los que, entre bromas y veras, apostaban por un jugador del Mallorca en propia puerta. Llegado el domingo, veinte mil personas llenaron el Heliodoro para ver un partido trascendental para la supervivencia… y para gritar el gol 100.
Felipe fue el autor del gol número 100 del Tenerife en Primera División
¿La razón? En el minuto 93, una falta lateral ejecutada por Martino la cabeceó Manolo Hierro –aprovechando la sobrevigilancia que se llevaban Rommel, Pier y Toni– para lograr el gol de una victoria que, después de 16 jornadas, permitía al Tenerife abandonar los puestos de promoción y descenso. Fue el gol 101. El que daba la victoria. El más importante.