En la actualidad, América Latina avanza con fuerza en el mercado del arte, ofreciendo piezas a determinados compradores dispuestos a invertir y difundir en una industria creativa cada vez más conocida en Europa, tal y como evidencia la presencia de artistas en ferias y bienales internacionales centrando así la atención en la escena latinoamericana. De este modo, el interés por el arte de esta procedencia va creciendo en España, y a la emergencia económica de América Latina hay que añadir un aumento de los eventos artísticos internacionales y exposiciones, que promueven la producción artística en todas sus vertientes así como una progresiva incorporación de propuestas artísticas latinoamericanas en las programaciones de los más relevantes museos y centros de arte españoles, entre los que podemos destacar, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía- MNCARS y el Instituto Valenciano de Arte Moderno- IVAM.
Sin duda, debemos destacar que numerosos museos internacionales tales como el MOMA o la Tate Modern están aumentando visiblemente sus colecciones de arte latinoamericano. Este gran cambio acaecido en los últimos diez a quince años tiene como resultado la exhibición en sus exposiciones permanentes de artistas de América Latina, lo cual demuestra un reconocimiento importante, a ese arte, su conservación y divulgación. Sin embargo y teniendo en consideración otros canales de exhibición y comercialización de las colecciones podemos destacar el protagonismo que adquiere ARCO- la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid, entendida como principal receptor de los flujos artísticos extranjeros. Esta cita anual, se instituye como uno de los principales foros internacionales para el mercado del arte. De este modo, cabe mencionar el interés que ha suscitado en los últimos años, Latinoamérica debido a un proceso de redescubrimiento, de estudio de su creatividad, pero también a un proceso de valoración de éste en el mercado del arte.
Por tanto, la irrupción del arte latinoamericano en las instituciones museísticas demuestran que la cultura y el arte cada vez se incorporan a ámbitos de la vida y del consumo y los artistas toman actitudes interdisciplinares en la búsqueda continua de nuevas estructuras de producción, nuevos hábitos de consumo cultural, con el objeto de gestionar y comercializar de un modo más eficaz los resultados, tanto económica como ideológicamente. Por consiguiente, las manifestaciones artísticas de los países latinoamericanos optimizan un lenguaje altamente reconocible pero sacando a la luz problemas socioculturales contextuales, creando un discurso alternativo al arte europeo.