El proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2022 excluye la Zona Especial Canaria (ZEC) y todos los incentivos del Régimen Económico y Fiscal (REF) del Archipiélago del impuesto mínimo del 15% para todas las entidades en régimen de consolidación o cuyo importe neto de la cifra de negocios sea de al menos 20 millones de euros.
Esta mejora de la competitividad de los incentivos fiscales de las Islas llega en un momento clave para la economía canaria que, con una caída del PIB del 20% en 2020 y un desempleo del 25% en 2020, requiere de estímulos sólidos para la inversión.
Tampoco la Reserva para Inversiones en Canarias (RIC) estará afectada por el impuesto mínimo al referirse este a la base imponible.
Mayor atractivo para invertir
Así, el incentivo gana atractivo alineándose con su función de compensar la insularidad y lejanía, el bajo PIB per cápita y el alto desempleo del archipiélago, datos muy inferiores y superiores a la media del Estado y la Unión Europea, y en proceso de divergencia.
Pablo Hernández González-Barreda, presidente del Consorcio de la ZEC, manifiesta que la exclusión es “reflejo de la sólida apuesta de los Gobiernos de España y de Canarias, no sólo de mantener el REF de Canarias, sino de mejorarlo y potenciarlo, como se ha visto con el incremento a 18 millones de la deducción por producciones audiovisuales, y se refleja ahora en la exclusión del impuesto mínimo”.
Incentivos en primera línea
Esta exclusión del impuesto mínimo nacional, junto con la exclusión denominada “carve-out” del impuesto mínimo global de la OCDE sobre la que se está trabajando, situarán a los incentivos canarios en primera línea en la atracción de inversiones.
“El buen hacer de las administraciones implicadas con los incentivos canarios, siendo muy estrictos a la hora de requerir que la inversión y los empleos se creen de forma efectiva en Canarias, es la gran baza que ahora hace que los mecanismos para combatir los incentivos ilegítimos de otras jurisdicciones nos impacten muy poco” asegura Hernández.
El presidente de la ZEC concluye que han sido “cautos y diligentes en la configuración de incentivos y esto hace que ahora seamos un ejemplo a seguir de incentivos regionales a nivel mundial porque nadie puede cuestionar que nuestros incentivos son reales a la hora de generar empleo e inversión y que la actividad se hace aquí”.