El dinamismo del mercado inmobiliario tras el COVID, época de confinamiento que inculcó en la población las bondades de tener un jardín o una playa delante de su casa, ha renovado el interés de los compradores nacionales e internacionales por los dos archipiélagos españoles, los cuales han liderado desde hace tres años los rankings de transacciones y de subidas de precios.
En una época en la que el trabajo se deslocaliza cada vez más, destinos como Canarias y Baleares cobran fuerza para muchos trabajadores que huyen del frío de sus países natales durante el invierno para teletrabajar desde las islas. Ello se suma a la tradicional compra como inversión, pasando unos meses en destino y el resto del tiempo alquilando, cuando no todo el año.
Canarias, más barata
En la comparativa de precios entre ambos archipiélagos, Canarias presenta unos precios más bajos, como ha sido tradicionalmente. En Baleares la cercanía al continente permitió una mayor penetración nacional y extranjera en la época del boom turístico del soglo pasado y desde entonces su proyección al exterior ha sido infinitamente siempre mayor (más apoyada, también). Para demostrarlo solo habría que contar cuantas ficciones de cualquier índole mencionan Ibiza en un solo año.
Ello ha provocado que sea un mercado más atractivo para muchas clases de turistas, lo que ha llevado irremisiblemente a unos precios más elevados, en algunos casos concretos de los más altos del país. La diferencia de precios con Canarias, según se consulte, puede oscilar entre los 800 euros hasta superar los 1.500.
Aun así, en máximos
El sector inmobiliario en Canarias ha vivido tras la pandemia uno de sus periodos más boyantes desde que hay registros. Este motivo, sumado al aumento de los precios y la inflación, ha derivado en que al finalizar el primer semestre del año el valor del metro cuadrado en el Archipiélago se situase en 2.245 euros, la cifra más alta que haya registrado el portal inmobiliario Idealista.
Otras empresas del sector confirman como Fotocasa esta tendencia, pese a que los precios máximos que establece son ligeramente menores, 2.190 euros/m2, cifra un poco mayor de la que ofrecía hace solo un año el Colegio de Registradores, que fijaba el valor del metro cuadrado en el en 2.147 euros.
Con todo, los últimos datos anticipan una ralentización en el crecimiento, que los agentes implicados calculan que se estabilizará en el próximo año. Canarias seguirá siendo entonces un destino mucho más competitivo que Baleares, cuyas perspectivas aun anticipan subidas más pronunciadas, pese a sufrir esta ralentización.
Baleares gana por goleada
La isla más cara para vivir por metro cuadrado en Formentera, que según Idealista alcanzaba un valor de 8.819 euros/m2 en julio de este año. Hay que recordar las limitadas construcciones con las que cuenta la isla, que en invierno acoge a unos 7.000 habitantes pero en verano a unos 35.000.
La siguiente más cara, a mucha distancia, es Ibiza, con 5.744 euros/m2, seguida por Mallorca con 3.827 euros/m2 y Menorca (2.808 euros/m2). De esta forma todas las islas mayormente habitadas de Baleares tienen precios más altos que las islas de Canarias.
Gran Canaria lidera
En el archipiélago macaronésico la isla de Gran Canaria es la que tiene el precio más alto con 2.127 euros/m2 de media, si bien en San Bartolomé de Tirajana en julio 2023 se puede llegar a encontrar precios de 3.566 euros/m2. Tenerife le sigue a una distancia considerable, 350 euros menos por metro cuadrado con 1.771 euros de media, pero también se observan cifras mucho mayores como en el municipio más turístico de la isla, Adeje, donde asciende a 3.841 €/m2.
En una diferencia de 200 euros está La Palma (1.585 euros/m2), Lanzarote (1.491 euros/m2) y Fuerteventura (1.381 euros/m2), aunque hay municipios como La Oliva (2.877 euros) o Teguise (2.255 euros) con precios bastante más elevados. Las capitales de La Gomera (San Sebastián) y El Hierro (Valverde) no alcanzan los 1.300 euros por metro cuadrado.