Los alojamientos extrahoteleros, como la vivienda vacacional, generaron unos 19.000 empleos en 2023

La Consejería de Turismo y Empleo, liderada por Jéssica De León, elaboró un informe al que ha tenido acceso Atlántico Hoy

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Dos turistas se dirigen a su destino tras pasar sus vacaciones en una vivienda vacacional. / EFE
Dos turistas se dirigen a su destino tras pasar sus vacaciones en una vivienda vacacional. / EFE

Las viviendas vacacionales están en auge. El Archipiélago tiene 10.000 pisos turísticos más que antes de la pandemia y los ingresos que generan se han disparado. En 2019 la cifra que permitieron recaudar fue de 33.398.456 euros; mientras que este 2024 la cuantía creció hasta alcanzar los 64.465.269 euros, como publicó Atlántico Hoy a principios de agosto. Lo que deja claro es el impacto que tiene en la economía canaria y, como todo sector, crea puestos de trabajo. El dato de los 19.000 empleos aproximados que generó en 2023 es llamativo —no es exacto porque está incluido junto al resto de alojamientos extrahoteleros—, pero también lo es la subida respecto al año anterior.

La Consejería de Turismo y Empleo, liderada por Jéssica De León, elaboró una tabla —a la que ha tenido acceso este periódico— a petición del diputado del Partido Popular (PP) en el Parlamento autonómico Juan Manuel García Casañas para desentrañar las cifras que le pedía en una solicitud de datos, informes y documentos. Al analizarlo, se puede deducir que las viviendas destinadas a turistas generaron —de forma tanto directa como indirecta— unos 19.000 puestos de trabajo el año pasado. Lo que supone un incremento cercano al 8% respecto a 12 meses antes, cuando rondaba los 18.000 —un millar más—.

¿Cifras exactas?

Es imposible saber el número con exactitud porque los datos, elaborados por el Instituto Canario de Estadística (ISTAC), une los empleos creados por los pisos turísticos a los de las casas rurales —en realidad cumplen una función similar aunque la categoría sea distinta porque las primeras suelen estar en entornos turísticos o urbanos, así como las segundas en pueblos—. La suma de ambos, integrados en la categoría de ‘Alojamientos turísticos y otros alojamientos de corta estancia’, da como resultado 19.743 en el 2023 y 18.206 puestos de trabajo en 2022.

El Gobierno regional, en el documento que ha podido consultar este medio, advierte que los datos están juntos: “Es necesario destacar que en la categoría Alojamientos Turísticos y otros alojamientos de corta estancia, donde estarían encuadradas la viviendas vacacionales, se incluyen otros tipos de establecimientos como, por ejemplo, las casas rurales, siendo imposible la discriminación entre ambas”.

Vivienda vacacional en Las Palmas de Gran Canaria y una turista en un aeropuerto / MONTAJE AH
Vivienda vacacional en Las Palmas de Gran Canaria y una turista en un aeropuerto / MONTAJE AH

Isla con más viviendas vacacionales

Otros datos que merece la pena resaltar son los de hoteles y alojamientos similares. Unos números que distan mucho, como es de esperar, de los que registran las viviendas vacacionales —51.213 en 2022 frente a 56.332 el año pasado—. La isla con mayor número de pisos turísticos es Tenerife, liderando el ranquin con diferencia. En mayo tenía 18.140 disponibles, mientras en Gran Canaria había 9.536, generando ingresos de más de 25 millones de euros. El municipio que más concentra es Arona con 4.231.

De hecho, el debate de la limitación a las viviendas vacacionales se ha reactivado este septiembre después de que desde el Cabildo de Tenerife hayan solicitado una moratoria a la concesión de permisos en esta modalidad. A esta petición se han sumado Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria, que han pedido al Gobierno de Canarias una moratoria en la concesión de las licencias. También el PSOE había solicitado la aplicación de esta medida. 

Total en el Archipiélago

El Archipiélago suma 61.226 viviendas vacacionales. Sin ir más lejos, el Gobierno de Canarias trabaja en un anteproyecto de ley para regularlas —hace dos semanas fue actualizado tras presentarlo en marzo por primera vez—. Además, ha recibido 3.000 alegaciones y está a punto de entrar en el Parlamento regional. Los principales cambios que se elaboraron ponen el foco en los pequeños propietarios, al brindarles poder explotar su inmueble de manera indefinida, y en la inspección y comprobación de los alquileres vacacionales por parte de ayuntamientos y cabildos.

Uno de los primeros argumentos que recibió el Gobierno acerca del anteproyecto fue los obstáculos que se planteaba imponer a los pequeños propietarios, señalando que no se trata solo de grandes tenedores. Ahí la Consejería ha hecho una distinción, flexibilizando la situación para los pequeños tenedores, que podrán seguir explotando su vivienda vacacional de manera indefinida siempre y cuando acrediten el cumplimiento de toda la normativa.