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Economía

La vivienda vacacional tiene la misma rentabilidad para los caseros que el alquiler residencial

Los propietarios eligen más la modalidad de pisos turísticos porque consideran que le dan más garantías legales por la Ley de Vivienda estatal

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Los propietarios prefieren las viviendas vacacionales no por la rentabilidad, sino por las garantías legales frente a la Ley de Vivienda Estatal / MONTAJE AH

Si se tiene más de una vivienda en propiedad, puede surgir la idea de sacarle un poco de provecho. Dos opciones se ponen sobre la mesa ante esta situación: elegir la modalidad de alquiler de larga temporalidad o, la otra cara de la moneda, optar por convertir la vivienda en un alquiler vacacional. Como todo en la vida, cada alternativa tiene sus pros y contras, pero ahora mismo hay una que motiva más a los propietarios que la otra. ¿Por qué?

Atlántico Hoy se ha puesto en contacto con agencias de alquiler de alojamientos vacacionales y estas coinciden. La rentabilidad no es el factor al que más atención se le presta, pues es muy parecido entre ambas modalidades de arrendamiento; sin embargo, la principal causa que lleva a elegir el piso turístico se centra en la seguridad de poder disponer de la vivienda cuando se desea, teniendo la certeza de que los inquilinos se marcharán a los pocos días, a diferencia de un alquiler residencial, categoría en la que se sienten desprotegidos debido a la Ley de Vivienda estatal

Rentabilidad del alquiler

El dinero que se puede obtener al poner una vivienda vacacional depende del inmueble. Si se trata de una vivienda más grande, como una villa, se podrá sacar mucho más, claro está. En el caso de un piso sencillo, se puede llegar a obtener de media alrededor de unos 1.200 o 1.300 euros al mes cobrando de 40 a 50 euros al día, señala Ricardo D. M., gerente de Henrypole Home, agencia de gestión de alojamientos turísticos en inmobiliaria. 

Esta cifra puede sonar más jugosa que los 700 euros que se pueden llegar a ingresar al mes al poner el inmueble como alquiler residencial; sin embargo, esos 1.200 euros del piso turístico no llegan íntegros a la persona, sino que se les van descontando distintos puntos. Por una parte los impuestos. D. M. explica que en modalidad turística se paga impuestos sobre el 100% de esa cantidad, lo que supone evidentemente un mayor coste que si el ingreso fuera de 700 euros, de larga temporada, donde el pago de impuestos es sobre la mitad. 

Además, también se le restan los gastos de gestión que van destinados a las agencias gestoras, cerca de un 20%, apunta MindFit Holidays, dedicada al sector, así como los costes del servicio de limpieza que, según calcula por encima la compañía, pueden ser alrededor de 200 euros si se tratan de cuatro limpiezas al mes con un coste de 50 euros cada limpieza, entre sueldo, seguridad social y materiales de la persona contratada. Entre resta y resta, se termina quedando esos 1.200 en unos 700 euros al final, señala MindFit Holidays. 

Mejoras para los propietarios

El gerente de Henrypole Home destaca que “no todas las viviendas vacacionales son más rentables que un alquiler de larga estancia”. Para los propietarios, la rentabilidad no termina siendo un factor decisivo, pues la diferencia entre los ingresos de una modalidad u otras no llegan a ser significativos. No obstante, hay un aspecto que gana peso en la balanza y es tener la vivienda a su disposición. “Económicamente no se gana más, sino que se puede controlar más, al ver el inmueble cada tres o cuatro días”, por ejemplo, indica D. M. Se trata de “la seguridad de tener la vivienda para disfrutarla cuando se desea y mientras tanto rentabilizarla”. 

Esa decisión de arrendamiento no solo nace del deseo de poder tener el inmueble a su disposición cuando así lo desee, sino también de un sentimiento de desprotección como caseros ante lo dispuesto en la Ley de Vivienda estatal, ya que en caso de que los inquilinos dejen de pagar el alquiler, el propietario queda desprotegido - expone D. M. - sin posibilidad de desalojar a las personas sin antes acudir a poner una denuncia y abrir un expediente judicial, con el tiempo que ese camino conlleve. MindFit Holiday coincide en este motivo. 

Es así que los propietarios se decantan por el alquiler vacacional para “asegurarse su vivienda”. Esta decisión podría cambiar con movimientos de ficha por parte de las instituciones si se “comprometieran a solucionar esta situación”. Un sentimiento de mayor seguridad y protección contribuiría a que los caseros de viviendas turísticas y cerradas opten por la larga temporalidad frente a los alojamientos turísticos y así se ampliaría el parque de viviendas en el Archipiélago, concluye el gerente de la agencia inmobiliaria.