La sustitución del parque de vehículos de Canarias para lograr la descarbonización en las carreteras se enfrenta a un reto de dimensiones descomunales: la mejora de la red de distribución de energía. Sin la actualización de esta red, de manera que sea más eficiente y se solucionen los fallos de calentamiento, la introducción de vehículos eléctricos se enfrentará a problemas de movilidad, tal y como han reflejado varios expertos en energía y movilidad este jueves en las Jornadas de Transición Energéticas celebradas por Disa.
La propuesta del Gobierno de Canarias en su Estrategia de vehículos Eléctricos es la de un escenario en 2040 de un 100% de la flota conformada por vehículos eléctricos (1.590.000 es el número que fija), que conllevaría un aumento de la demanda del 5.810 GWh/año en todos los Sistemas Eléctricos Insulares de Canarias. Este planteamiento difiere en gran medida del panorama actual del parque de vehículos donde solo el 4,02% es eléctrico y el 6,36% es híbrido. Es decir, que claramente, elevar esa cifra hasta el 100% demandará una transformación de la distribución energética en las Islas.
Mejorar la planificación
Es uno de los reclamos que ha realizado Juan Pedro Ramos, consejero del Cabildo de El Hierro, quien ha analizado la transición energética en las Islas Verdes (El Hierro, La Gomera y La Palma) ha comentado que en las estrategias del Gobierno canario “no se incluye nada concreto para la mejora de las redes” y apunta que la inclusión de los vehículos eléctricos en las Islas se quedará “a mitad” sin una “red de distribución en condiciones nos quedaremos a mitad”
En este sentido explica que los puntos de carga de los vehículos eléctricos se deben instalar allí donde el distribuidor dice, “porque es donde tiene potencia”. Un hecho que limita el reparto de cargadores eléctricos. “Esto da una idea de la problemática que tenemos con la red de distribución”, señala, y critica que no ve “ninguna estrategia”, en este sentido, por lo que pide un plan, en especial en El Hierro, La Gomera y La Palma.
Más puntos de recarga
Sobre esa planificación, el profesor de Ciencias Económicas de la Centrale Supélec de París Yannick Pérez ha explicado que para ello primero hay que analizar los modelos de movilidad en las Islas, para conocer qué puntos demandarán en un futuro cargadores eléctricos. Así ha destacado que para conseguir ese objetivo en 2040 hay que preguntarse cuántos puntos de recarga se necesitarán, dónde se necesitan y qué tipo de cargadores se debe instalar en cada localización.
Actualmente, Canarias cuenta con 728 puntos de carga, según ha informado en estas jornadas el presidente de Faconauto Canarias, Manuel Sánchez. Durante su intervención puso de manifiesto que las marcas de vehículos actuales ya lo están apostando todo a la movilidad sostenible, en especial la eléctrica, por lo que pide estar preparados para ello.
Pero sobre las previsiones del Gobierno de Canarias para que en 2023 haya 2.876 puntos de recarga ha comentado que duda de que se pueda llevar a cabo. Y mucho más a largo plazo, sobre la promesa de tener en 2030 14.870 puntos de recarga, ha dicho que si hay problemas en la generación de luz “a ver dónde los enchufamos”.
Toda esta introducción de vehículos eléctricos aumentará la demanda eléctrica, tal y como se ha comentado en las jornadas, por lo tanto no solo se deberá generar más energía sino también mejorar la red de transporte y distribución.
Renovar el parque de generación
La introducción de renovables es otro factor necesario para que la implementación de vehículos eléctricos en Canarias tenga sentido. Ya que no sería eficiente si al final esta energía que consumen los vehículos proviene de la generación de ciclos combinados.
Sobre la rapidez de la transformación del sistema convencional actual, Óscar García profesor del área de Ingeniería Industrial de la Universidad de La Laguna ha analizado que dependerá de la necesidad de la potencia adicional, las futuras modificaciones de la Ley de Emisiones Industriales, la tasa de penetración de renovables y el almacenamiento energético y la vida útil y regulatoria de las unidades en servicio actualmente en las centrales, y pone de ejemplo con este último punto que los ciclos combinados que se instalaron en 2010 no se espera que se eliminen del sistema hasta 2035.