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Economía

El varadero de megayates con el que Canarias puede estar a la altura de Marbella o Mónaco en 2024

Octavio Rodríguez, el director gerente de Rodritol, la empresa encargada de efectuar la obra, concede una entrevista a Atlántico Hoy en la que explica los avances de los trabajos y los beneficios que pueden traer las instalaciones

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Octavio Rodríguez, director gerente de Rodritol / CEDIDA

El Puerto de La Luz está inmerso en varios proyectos ambiciosos que aportarán un valor añadido a sus instalaciones. Dentro de pocos meses estará operativo el varadero para reparar megayates con el que se conseguirá atraer más movimiento empresarial y económico a Las Palmas de Gran Canaria. Al menos esa es la idea de la que parten en Rodritol, la empresa adjudicataria de las obras desde hace seis años. Cuando los trabajos estén finalizados, la ciudad capitalina podría competir con destinos de lujo como Marbella o Mónaco

Octavio Rodríguez, el director gerente de la compañía, asegura en declaraciones a Atlántico Hoy que ya debería estar operativo, pero debido a una serie de problemas que se han encontrado en la construcción van con un poco de retraso. “Calculamos que estará sobre principios de marzo, nuestra intención era aprovechar la temporada de este año, pero no nos ha dado tiempo”, afirma. 

Algunos obstáculos

Cuenta que ha sido un tiempo de lucha continua para ir venciendo obstáculos. “Ya estamos apunto de echar el hormigón de la explanada y estamos llevando a cabo las pruebas a ver si aguanta los pesos”, indica. “Ya los muelles están terminados”, apostilla. Aparte de la siempre temida burocracia, con la que por supuesto ya contaban, se toparon con algunos inconvenientes técnicos que se tradujeron en baches. Eso sí, ya los están solventando. 

“Los más relevantes han sido encontrar cosas en la parcela que a priori no se sabía que estaban como un cable de media tensión o una tubería de salinidad que pasaban en medio de ella. Cuando empezamos a excavar para tener el firme había un antiguo frigorífico y hubo que mandar a analizar el agua, pero no estaba contaminada”, explica Rodríguez. 

Octavio Rodríguez, director gerente de Rodritol / CEDIDA

Grandes listas de espera

También vieron rocas que no habían previsto cuando se hizo la planimetría. “No esperábamos”, dice, “encontrar tantos problemas en la parcela”. Pero nada los detuvo y siguieron adelante con una premisa: “Que esa actividad de lujo pueda convivir con las tradicionales de las que vivimos como las plataformas petrolíferas, los barcos mercantes o los pesqueros”. 

Rodritol cuenta con un plazo de 35 años para explotar el recinto y el gasto previsto al principio era de 7,8 millones de euros. Una inversión que merece la pena para aprovechar el tirón en un nicho de mercado que está en auge como es reparar yates de lujo. “Los fabricantes de megayates tienen listas de espera bastante importantes”, sostiene.

Cambiar la filosofía

Se calcula que cada año pasan por Canarias 500 de estos barcos. Lo normal es que estén el Mediterráneo, “pero eso empieza en junio y acaba en septiembre”. Luego atraviesan el Archipiélago para poner rumbo a El Caribe. “Algunos paran y de vez en cuando se les suele ver por aquí”, exclama.

“Algunos paran y de vez en cuando se les suele ver por aquí. Muchos de ellos tienen la conciencia de que el Puerto de Las Palmas es un lugar sucio porque es mercante y hay que cambiarles la filosofía para hacerles agradable que vengan y que conozcan las islas canarias, las grandes desconocidas. Pero sí hay que ponerles las instalaciones y las necesidades para ello”, continúa.

Imagen de los muelles que están construyendo / CEDIDA 

Un nicho de mercado

“Ese es el nicho de mercado que nosotros queremos atraer porque tenemos una ventaja competitiva y es que el Puerto de Las Palmas está bien considerado en el mundo de las reparaciones y mantenimientos navales. Te puedes encontrar empresas multinacionales como Roll Royce. Tenemos un tejido empresarial y productivo muy importante”, apunta también Rodríguez. 

Resalta que ahora lo importante es cambiar el chip de las empresas y el personal para que sepan que están subiendo a un barco de lujo y que no se puede trabajar de la misma forma que se trabaja en uno mercante. "No puedes ir sucio ni con las botas negras, hay que adaptarse”, expone. 

Cruceros exclusivos

Para él lo ideal sería conseguir que vengan los dueños de los megayates, a quienes “se les presupone un poder adquisitivo bastante grande, por lo que van a dejar importantes cantidades de dinero en la Isla”. 

Son cruceros grandes pero más exclusivos, yo creo que eso generaría mucha riqueza en todos los sentidos. Toda la industria auxiliar de reparaciones y demás saldría beneficiada, pero también todos los comercios que se pueda mover alrededor de esos yates”, matiza.

Imagen de los muelles que están construyendo / CEDIDA

Las dimensiones

Relata que es irte a sitios como Marbella o Mónaco, y ver todo lo que rodea a este tipo de gente como tiendas o coches de lujo. “Sería muy interesante que nuestra ciudad también se adaptara a su forma de vivir y que ellos dejaran una importante riqueza en nuestra Isla”, apunta.

En la actualidad, Rodritol regenta el varadero del Muelle Deportivo, de donde sacan barcos del agua para repararlos y hacerles mantenimiento. “Estamos muy limitados por las medidas del foso donde se meten los barcos y por la capacidad de la grúa. Ahora mismo podemos varar 70 toneladas y en el nuevo pondremos una grúa de 110 toneladas y  otra de 850 con una capacidad mayor”, expone el director gerente de la compañía. 

El proyecto más importante

Están convencidos de que será todo un éxito, aunque al principio admite que deberán hacer “un buen ejercicio de marketing”. “Será un trabajo arduo y complicado, pero teniendo las capacidades que tendremos lo haremos”, sentencia. 

Es el proyecto más importante que tenemos entre manos desde nuestro nacimiento hace 54 años, estamos con mucha ilusión y ganas de terminarlo ya”, culmina.

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