La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) lleva en huelga en las torres de control privatizadas de los aeropuertos españoles desde febrero para exigir cambios en su convenio, pero tiene claro que el "afán recaudatorio" que atribuye a la empresa Saerco "impide que la negociación avance". Así lo ha asegurado el portavoz de torres de control privadas de USCA, Gregorio Claros, quien además ha insistido en una entrevista con Efe en que Saerco —empresa concesionaria del servicio en 14 aeródromos españoles— "no está dispuesta a negociar" y que, de esta manera, se encuentran "en una situación inamovible", de atasco.
Sobre la última propuesta que ha puesto sobre la mesa Saerco, que contempla un incremento salarial del 23,4% si consigue mantener la concesión a partir del año 2027 y del 0,5% anual hasta entonces, Claros ha dicho que resulta "estrambótica" incluso a ojos del mediador que se ha dispuesto para el conflicto, y que se han dado cuenta que no hay "voluntad de negociación".
Parón navideño
Si ese atasco persiste, "será cuando las cosas se puedan poner feas... Para entonces, debemos haber planteado una estrategia sólida, habernos planteado cómo hacer las cosas. El día 15 tendremos la próxima reunión del SIMA (servicio de mediación y arbitraje), y a raíz de ahí veremos qué estrategia tomar a partir del 7 de enero", ha detallado.
Pese a ello, los controladores de las torres de los aeropuertos de Lanzarote y Fuerteventura se han abierto a "levantar el pie" para "no hacer un daño innecesario" a la ciudadanía, y USCA estudiará si paraliza la huelga en estos dos aeródromos en periodo navideño, hasta el 7 de enero. "Los propios compañeros de Canarias pusieron encima de la mesa la opción de hasta qué punto era sensato seguir apretando cuando realmente, ya hemos visto cómo actúa Saerco", ha desgranado el portavoz sindical.
Una propuesta "absurda"
De vuelta a la propuesta que planteó Saerco en la última reunión en el SIMA, la ha tachado de absurda: "Viene condicionada, primero, a que consiga la prórroga del contrato que acaba en 2027". Además, ha matizado que, de producirse la subida salarial, no verían incrementadas sus nóminas hasta el año 2030.
Y ha negado que, tal y como ha defendido la empresa, tengan previsto un incremento salarial del 3% por los trienios según convenio, sino que el 10% de variación salarial se debe a que el controlador sale del periodo formativo y pasa a cobrar más. Pero también ha recordado que, más allá del incremento salarial en consonancia con el encarecimiento del coste de la vida de los últimos años, los controladores también solicitan otras modificaciones de su convenio con Saerco, como "cuestiones del régimen disciplinario" y otras para "proteger" sus puestos de trabajo.
"Hay ciertas cuestiones que favorecen mucho el despido y los castigos a los trabajadores", ha destacado Gregorio Claros, quien ha agregado que, con la liberalización de la formación para ser controlador aéreo, "a las empresas les interesa que haya mucha rotación en las dependencias para que exista marketing, es un reclamo para sus escuelas". Y, de esa forma, les "aprietan con las condiciones" hasta el punto de verse "encerrados" en sus puestos ya que les exigen un preaviso de cinco meses en caso de querer abandonarlo para irse a otra empresa o a otro sector.
"Miran mucho el tema de contabilidad"
Sobre el por qué de su denuncia acerca del bloqueo a la negociación, ha apuntado que Saerco "mira mucho el tema de la contabilidad, que en cierta manera es lógico y lícito, pero sí es verdad que lo hacen de una forma desproporcionada". "El afán recaudatorio de Saerco es lo que impide que esto avance", ha aseverado, para luego resumir que en este conflicto "todo ha girado en torno al tema del dinero".
En lo que respecta a los problemas que está generando la huelga en el aeropuerto de Lanzarote, más visibles que en el resto de aeródromos que tienen a los controladores aéreos en huelga, Claros ha explicado que quizás se deba a que la plantilla en la isla de los volcanes "está dimensionada un poco corta para los periodos de alta carga de trabajo".
Una batalla
La Secretaría de Transportes del Gobierno de España ha establecido para esta huelga unos servicios mínimos del 100% en la mayoría de aeródromos peninsulares, no así en los canarios, donde los paros sí se notan en los turnos de refuerzo, los únicos a los que no se les imponen esas exigencias.
"En Lanzarote, hay dos compañeros trabajando al mismo tiempo, y cuando uno de ellos tiene que descansar como establece la ley, se queda un solo trabajador, que en vez de mover 30 aviones, solo puede mover 20, y entonces es cuando vienen las demoras", ha matizado. Claros espera que Saerco "entre en razón" y consigan "sacar adelante el cambio en el convenio" porque, de no ser así, ha advertido, "la batalla cogerá un cariz un poco más serio".