El Gobierno de Canarias no desiste en su afán por regular la vivienda vacacional. Jéssica De León, consejera de Turismo y Empleo, anunció este martes a pregunta de Atlántico Hoy que el Área que dirige en el Ejecutivo ha empezado hace unos días a contactar con las consejerías que también juegan un papel importante para la futura ley. La coordinación es clave para sacar adelante una norma que ha dado mucho de qué hablar en los últimos meses.
El primer paso ha sido levantar el teléfono para hablar con Política Territorial, la consejería con Manuel Miranda a la cabeza. “Tiene que fijar los criterios y los instrumentos con los que vamos a ordenar”, subrayó. “Así como dárselos a los ayuntamientos para que posteriormente organicen las viviendas vacacionales dentro de sus términos municipales entendiendo que juegan un papel esencial”, apostilló.
Responder las alegaciones
De León, que acudió a la presentación del programa navideño en el Museo Élder, ubicado en Las Palmas de Gran Canaria, detalló que hasta el momento han recibido 5.078 alegaciones que responderán “una a una”. La alta participación deja entrever la gran expectación que genera entre los canarios esta ley.
Un asunto que también está sobre la mesa es el borrador de la norma y la pregunta es: ¿cuándo empezarán a escribirlo? “Calculamos que a mitad de enero acabe la respuesta a cada una de estas alegaciones y cuando ese periodo finalice empezaremos a redactarlo”, sostuvo.
Otras consejerías
Otras consejerías en las que también tocarán la puerta para sentarse a organizar son Vivienda, Transición Ecológica, Patrimonio, Cultura y Consumo. “Como siempre hemos dicho, entendemos que esta es una ley que viene a regular la ordenación de vivienda vacacional en un formato 360”, manifestó De León.
Lo harán, dijo, con una visión de conjunto de lo que es el destino turístico de Canarias y cómo la Organización Mundial del Turismo va a exigir que se mida la sostenibilidad en el futuro. Las cifras que maneja el Ejecutivo de viviendas vacacionales son de unas 197.000 y buscan ponerle un límite antes de que sea insostenible.