El turismo activo canario ya supone más de 1.200 empleos directos, además de múltiples puestos de trabajo que dependen indirectamente de estas actividades realizadas en armonía con la naturaleza y que diversifican el turismo canario, haciéndolo más sostenible. Sin embargo, este sector se enfrenta actualmente no solo a las problemáticas ocasionadas por la irrupción de la covid-19 y la práctica paralización del turismo en las Islas, sino a unas situaciones que el asesor jurídico de la patronal de empresas de Turismo Activo Activa Canarias, Antonio Hernández, ha calificado de "lamentables".Según explica al medio digital canario AtlánticoHoy, para los empresarios canarios que se dedican al turismo activo, ahora mismo el principal problema al que se enfrentan radica se centra en las licencias de transporte, concesiones que “frenan” los cabildos, lo que contraviene la Ley 13/2007, de 17 de mayo, de Ordenación del Transporte por Carretera de Canarias.Desde la patronal de empresas de turismo activo defienden que el transporte es un eje transversal del mismo, fundamental para su desarrollo, ya que la mayoría de actividades requieren el traslado al entorno donde se realiza tanto de los clientes como del material para el ejercicio de las actividades (senderismo, escalada, kayak…). En las Islas, con la vigente legislación, el transporte se está convirtiendo en una problemática para este tipo de turismo a causa de algunos enfrentamientos con el sector del taxi.
“No competimos en el sector del transporte”
Activa Canarias lamenta que desde parte del sector del taxi consideren a los agentes del Turismo Activo su competencia directa, puesto que no persiguen "restar negocio" a los taxistas, ya que se dirigen a distintos perfiles de clientes. Por otro lado, señalan que la confrontación en ocasiones es "tan fuerte que a veces se ha llegado a la coacción".
"Hemos tenido episodios lamentables por parte de los taxistas", citando enfrentamientos en La Palma, donde se han llegado a bloquear vehículos de sus empresas al llegar al Roque de los Muchachos o a La Caldera, o en Lanzarote, isla en la que han llegado incluso a llamar a la policía en otra visita. "Esto no se puede hacer", subrayan desde la patronal.Recuerdan que "estamos tratando con turistas", por lo que la imagen que se les transmite "es lamentable". Esto ha supuesto "un gran obstáculo, sobre todo ahora cuando nos estamos recuperando de la crisis sanitaria”, asegura Hernández."Una comunidad como Canarias, que vive del turismo como vive, no puede permitirse el lujo de protagonizar estos episodios lamentables, fruto de que nuestras empresas sufran acoso... La verdad es que no lo hemos denunciado, pero imagina a las empresas y a los turistas con todo el follón, con los vehículos de los taxistas bloqueándolos, acciones que no son normales y deben ser perseguidas y cesadas de alguna forma", subraya Antonio Hernández, aunque matiza que "tampoco sucede siempre, pero ha habido algunos casos".Por otro lado, añaden que obtener las licencias de transporte "dura una eternidad por parte de algunos cabildos" a la vez que lamentan que no existe "un criterio establecido y común entre ellos". Sin embargo, manifiestan su satisfacción con el Gobierno de Canarias, con quien "vamos de la mano, hacemos las cosas bien". "Nosotros no queremos dinero, sino que los cabildos se pongan las pilas, no se dejen manipular por ningún lobby y dejen que nuestras empresas trabajen tranquilamente, de forma legal", insiste.Los empresarios de turismo activo lanzan un mensaje claro: “no pedimos ayudas ni subvenciones, tan solo que se cumpla la ley y que los cabildos no frenen las autorizaciones", concluye el asesor jurídico de la asociación.