Los transportistas lanzaron al aire hace una semana la posibilidad de paralizar el servicio por los colapsos que sufren en el Punto de Inspección Fronteriza (PIF) del Puerto de La Luz, en Las Palmas de Gran Canaria. A nadie se le escapa que la Navidad está a la vuelta de la esquina y el incremento de vigilancia sobre la papa inglesa ha hecho que las horas de espera se dilaten.
José Ángel Hernández, secretario general de la Federación de Empresarios del Transporte de Canarias (FET), atiende a Atlántico Hoy para analizar qué está ocurriendo y expone que el verdadero problema, a su juicio, es la falta de personal técnico cualificado. Según información que ha podido recabar por parte de diversas administraciones públicas la plantilla oficial debe estar compuesta por 14 inspectores y ahora solo hay nueve.
La formación
“Según la normativa del Estado para poder ser inspector de aduanas, de fitosanitario o de sanidad exterior tienes que ser funcionarios de clase A y con una formación muy particular que no es fácil de encontrar”, explica.
Resalta que empleados dedicados a sanidad exterior hay cuatro, aunque iban a intentar reforzar con dos adicionales debido a la crisis del colapso de mercancías. No es un nuevo contratiempo porque “durante todo el año hay un cuello de botella al haber un número escaso de inspectores”. También se enfrentan a otro inconveniente como es la falta de espacio físico.
Instalaciones pequeñas
“El edificio donde se hacen las inspecciones”, cuenta, “se ha quedado pequeño desde hace tiempo”. Agrega que hay un proyecto en marcha para construir unas nuevas instalaciones que podrá entrar en funcionamiento a finales del año 2025.
Hernández narra que los transportistas van a primera hora a hacer las revisiones fronterizas que han contratado sus clientes, pero llega el mediodía y todavía están esperando a que los puedan atender. Eso sí, “a partir de octubre se ha empezado a notar un incremento muy fuerte del colapso por varios motivos”. Ocurre todos los años en diciembre, pero este 2023 parece que se ha adelantado.
Campaña prenavideña
La primera razón es que se acercaba la campaña prenavideña. “Todos los comerciantes empiezan a acumular mercancía un mes y medio o dos meses antes para la Navidad. Eso ha aumentado mucho la actividad”, resalta. La alerta sanitaria de la papa también ha influido porque “normalmente se revisa el 5% de la mercancía y ahora se inspecciona el 100%”.
“Si sumas la tensión habitual por falta de medios personales, la campaña prenavideña y la alerta sanitaria de la papa ya se ha quedado manifiestamente sobrepasada cualquier capacidad de inspección”, expresa a modo de conclusión.
Toda una jornada
El presidente de la FET expresa que el problema que están teniendo actualmente ya no es de retrasos de algunas horas, sino que los camiones están invirtiendo toda una jornada para ser inspeccionados. "En algunos casos les dicen que vuelvan al día siguiente”, dice con un tono de incredulidad.
Uno de los problemas que padecen los transportistas es que “se está cobrando a los clientes un pequeño servicio que debería suponer llevar un camión a revisar y luego al destino final”. “Y está suponiendo invertir como mínimo una jornada entera del camión que no está cobrando”, expone.
"Le rompes la planificación"
Pero no queda ahí porque, además, “le rompes la planificación”. “Si tenía previsto usar ese camión para otros clientes no está cumpliendo en las condiciones adecuadas”, afirma. “A veces asumimos alguna pérdida, pero todos los días no puede ser porque es una ruina total”, asegura.
“Es un problema inabordable, si fuéramos a cobrarle a los clientes lo que es una jornada entera de camión con su conductor allí esperando la inflación en Canarias se multiplicaría muchísimo. Sería más cara la inspección del PIF que la mercancía que viene dentro”, reflexiona Hernández.
Reunión de empresarios
“Son los temas que queremos tratar con las administraciones, porque si no hay una salida al transportista solo le quedan dos caminos: negarse a prestar servicios de inspección en el Puerto de La Luz o transmitir a los clientes transmitir a los clientes que cuesta una revisión de contenedores 500 o 600 euros por un camión que va a estar allí todo el día”, prosigue.
La competencia de las aduanas es del Estado. Este martes tuvieron una reunión en la Confederación Canaria de Empresarios para hablar de este inconveniente a la que asistieron representantes de todos los sectores empresariales porque “es un problema común”. Allí se acordó “solicitar una reunión urgente con el delegado del Gobierno para plantearle que hay que poner medidas paliativas para este servicio”.