El Cabildo de Tenerife ha activado un plan ante el daño que está dejando la presencia del mosquito verde en las viñas de la isla.
Esta semana el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Abona, a través de un comunicado remitido por Asaga Canarias, daba a conocer la situación que están pasando los viñedos de Tenerife y del Archipiélago debido al ataque del mosquito que afecta a la viña de una manera silenciosa desde hace años, pero que se ha vuelto más frecuente en los últimos cinco.
El técnico del Consejo Regulador, Ayoze Estévez, explicaba a Atlántico Hoy que esta situación se da especialmente por el cambio climático. Según Estévez, aunque no se sabe exactamente cuál es su afección total, lo que sí se ha comprobado es que retrasa mucho la maduración de la uva.
La colocación de trampas, entre las medidas
Ante la alarma que se ha generado, la institución insular ha activado varias medidas que tienen como fin concienciar sobre la presencia de este insecto y evitar que siga actuando, en la medida de lo posible.
En este sentido pretenden distribuir en los Consejos Reguladores y Agencias de Extensión Agraria información donde se describa al mosquito, cómo ataca, cuáles son los síntomas y de qué forma se puede controlar.
De igual manera se prevé la colocación de trampas cromática engomadas. Estarán ubicadas en diferentes comarcar vitivinícolas para establecer los momentos óptimos de tratamiento e informarán de ello a través de los avisos fitosanitarios que publican desde el Cabildo.
¿Cómo es el insecto?
El mosquito, de color verde, tiene una forma alargada de unos 2-3 milímetros de longitud. Su desplazamiento es muy característico, y se encuentra ubicado en el envés de la hoja, muy cerca a los nervios principales.
“Producen picaduras en las hojas para succionar la savia de la planta inyectando previamente su saliva que es fitotóxica para la planta. Las hojas atacadas se enrollan, manifestando manchas angulosas desde el borde hacia el interior de la hoja de color rojo en variedades tintas, y amarillentas en variedades blancas”, señalan desde la institución insular.
Si el ataque es intenso puede llegar a provocar que la hoja caiga generando una disminución de las reservas y una mala brotación en la siguiente campaña. De hecho, los síntomas suelen aparecer en la época más próxima a la vendimia o después de ella.