Tasa a los buques más contaminantes: qué es y cómo afectará a los puertos canarios

El Pacto Verde de la Unión Europea, además de al transporte aéreo, afecta también al marítimo con unas tasas que pretenden incentivar el cambio de combustible

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Buques en alta mar / UNSPLASH
Buques en alta mar / UNSPLASH

El transporte marítimo es el que menos contamina por toneladas, sin embargo, la mayoría del comercio mundial —el 80%— se mueve por mar. “Este emite prácticamente el 14% de los gases de efecto invernadero”, afirma Lourdes Trujillo, catedrática de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). Para evitar esto, la Unión Europea busca introducir ciertas medidas de control para reducir en más de un 50% las emisiones de gases de efecto invernadero y conseguir la neutralidad del carbón. 

La idea es aplicar tasas económicas a los buques más contaminantes para incentivar el uso de combustibles verdes. “Este impuesto se basa en un indicador compuesto que depende del tipo de combustible que use la embarcación, del recorrido, del motor, del tiempo que tarde en atracar…”, explica Trujillo. ¿Cuál es el problema al que se enfrenta Canarias respecto a esto? “Que en el archipiélago, el 99,5% de los que viene de fuera lo hace por el mar, prácticamente todo nuestro comercio”. 

Más allá del mar

El transporte marítimo no solo abarca el tramo del mar, comprende también el puerto. Entonces, ya no solo se habla del cambio de combustible para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero durante el viaje por mar, se comienza a hablar de las partículas que expulsa el barco cuando llega y atraca en el puerto. “Mientras está amarrada, la embarcación continúa con los motores encendidos porque realiza una serie de operaciones donde es necesario mantenerlos funcionando”, comenta Trujillo. “Entonces, ya hay dos problemas: los gases que afectan al ambiente y las partículas que afectan a la salud”. 

La comunidad portuaria es un entorno donde trabajan miles de personas que se pueden ver afectadas por esta y, a su vez, los puertos están cerca o, incluso, dentro de las ciudades. La UE estudia, por ello, que los buques paren sus motores mientras están en la zona y “se introduce, en resumen, la idea de que el barco se enchufe a la red del puerto o a la red de la ciudad en la que atraca”. No obstante, esto significa un cambio en la electrificación de las naves para sacar ese enchufe, “y esto también supone un problema”. 

Debate

Existe todo un mundo para reducir los gases de efecto invernadero. “Hay toda una discusión sobre la alternativa de combustible o el cambio del tipo de motor, es decir, crear motores para el gas natural licuado (GNL), para el hidrógeno, para el amoniaco…”, manifiesta la catedrática de la ULPGC. “También se ha hablado de reducir la velocidad para contaminar menos”, concluye.

Ya Canarias ha exigido quedar exenta de estas tasas por ser una normativa “que va a causar un grave impacto en los puertos españoles”, ha asegurado Beatriz Calzada, presidenta de la Autoridad Portuaria de Las Palmas. Según Calzada, si los puertos canarios no quedan exentos existe el riesgo de perder conectividad porque muchos operadores ya están avisando “que en vez de recalar en el Puerto de La Luz, lo harán en los africanos u otros puertos emergentes”. Además, la presidenta de la APLP también asegura que va a provocar un problema importante de aumento de precios. “Toda esa mercancía que llega normalmente en tres o cuatro semanas, pasará a tardar meses y eso significa un encarecimiento de todos esos productos”.