Canarias continúa en su línea de crecimiento. Los datos del Producto Interior Bruto (PIB) de las Islas vuelven a sobresalir por encima de la media nacional. El PIB interanual creció en el Archipiélago, en el segundo trimestre de 2024, un 3,7% frente al 2,9% registrado por el conjunto de España. Estas cifras parecen buenas noticias a simple vista, pero se contradicen con otras situaciones que atraviesan a Canarias, como los bajos sueldos o la falta de oportunidad de acceso a vivienda.
El economista Juan José Hernández señala que el Archipiélago se está acostumbrando a superar la media nacional; sin embargo, “chocan con el sentimiento general de la población”. Mientras que los datos cuantitativos no paran de ser buenos, los cualitativos se encuentran justo en otro punto contribuyendo a que surjan ciertas preguntas como “¿Por qué no salimos de lo malo? o ¿A dónde va la riqueza y por qué no llega a la población?”.
Crecimiento del PIB
El PIB interanual en las Islas creció durante el segundo trimestre de 2024 un 3,7% en comparación con el mismo periodo del año anterior, frente al 2,9% registrado por el conjunto de España. Trimestralmente, el PIB canario registró una subida del 1,0%, mientras que el español se incrementó un 0,8%. En cuanto a otras comunidades autónomas, las oficinas regionales de estadística que han publicado datos del PIB para este trimestre registran los siguientes crecimientos: Andalucía (2,8%), Navarra (2,5%), País Vasco (1,8%) y Cataluña (2,9%).
El crecimiento visto en Canarias con respecto al año anterior se aprecia en todos los sectores económicos, que han registrado un incremento. Destaca sobre el resto el sector de la industria con un aumento del 4,8%, seguido del sector servicios con un 3,8% y, por último, la construcción y el sector primario con un 2,2% respectivamente.
Lo bueno en balanza con lo malo
Esto son buenas noticias. Todo lo que sea crecer lo es, ¿no? Como cuenta el economista, desde que se produce la recuperación de la pandemia, Canarias ha batido récords de turismo - por ejemplo, el Archipiélago recibió en junio 1.257.228 turistas, el 8,86% más que en 2023 -, y, aunque “la inflación no se ha moderado o lo ha hecho poco, se sigue persistiendo”. Estos datos del PIB junto a la tasa de desempleo - Canarias registra en julio la cifra de desempleo más baja desde hace dieciséis años - definen un crecimiento económico “vigoroso”.
“En Canarias nos estamos acostumbrando a que siempre estamos por encima de la media nacional en cuanto al PIB”, apunta Hernández; sin embargo, “un diagnóstico de la economía no puede ser completo solo con los datos macroeconómicos cuantitativos porque después hay una serie de indicadores cualitativos que siguen siendo un lastre estructural y son vergonzante”. Es el caso de las cifras de desempleo juvenil - el paro juvenil es uno de los condicionantes de la economía canaria, según el Consejo Económico y Social de Canarias (CES) - o el porcentaje de la población canaria que se encuentra en riesgo de pobreza - el Archipiélago es la segunda comunidad autónoma con mayor riesgo de pobreza y exclusión social -.
Empleos de baja calidad
Ante los buenos datos del PIB, “uno se pregunta por qué no salimos de lo malo”, cuestiona el economista. Y aunque sube el PIB, también suben otros indicadores para los que crecer…ya no es tan bueno. “¿A dónde va la riqueza? ¿Por qué no llega a la población?”, continúa Hernández, que indica que al final todo se trata de una “mala distribución de la riqueza” y “el círculo vicioso” del sistema productivo propio de Canarias ligado al turismo.
Las islas son “el paraíso de la mano de obra poco cualificada” debido al sector servicios, lo que provoca que la población se marche fuera al no encontrar una oportunidad dentro de otras áreas. “El empleo es de baja calidad con bajos sueldos que impiden, por ejemplo, el acceso a la vivienda”, expone Hernández.
Prestar atención
Si ya el Archipiélago se encuentra en esta situación, ¿qué pasará cuando el crecimiento se ralentice tras estabilizarse después del crecimiento post-covid? “Nuestro motor de la economía funciona a grandes revoluciones, hace mucho ruido”, eso se ve reflejado en un PIB superior a los demás; no obstante, “el coche (la economía) no es eficiente y si se baja ese ritmo, volveremos a las épocas en donde se destruía empleo, tejido empresarial y había altas tasas de paro”, vaticina el economista.
Por tanto, todos estos buenos números que giran en torno al crecimiento del PIB canario, “no son para sacar pecho”, sino “para crear un colchón y aprovechar la bonanza” prestando “atención a los datos cualitativos, analizando por qué no se produce esa redistribución de la riqueza, por qué persiste la pobreza y los bajos salarios, a pesar de recibir ayudas de la Unión Europea”.