Jesús Gómez Solórzano y sus hijas, Lucía y Cecilia Gómez Prieto, son los cerebros detrás de la empresa sidrera Somarroza, un nuevo concepto de sidra que busca innovar en el mercado de esta bebida no sólo en Cantabria, lugar donde tienen su producción, sino traspasando fronteras y océanos. Uno de sus productos más originales, la Sidruca canaria, está inspirada en el Archipiélago canario y, de hecho, nació para ser distribuída en Canarias, aunque actualmente está a la espera de encontrar un distribuidor que comercialice la bebida en los restaurantes isleños.
Somarroza no es una sidrería normal. Según explica a Atlántico Hoy Jesús Gómez, gerente y fundador de la empresa, él y sus hijas producen de manera artesanal 11 variedades diferentes de sidra. "Nuestros productos son atípicos", cuenta Jesús. Su gama más diferenciada, la Sidruca, tiene cuatro bebidas, entre las cuales destaca la canaria, elaborada con manzanas de productores locales cántabros a las que se les añade plátano del Archipiélago "y se deja macerar para sacar todo el sabor".
Se creó para exportarse a Canarias
Jesús narra que la idea de producir la Sidruca canaria surgió de una conversación con un conocido suyo, distribuidor en Gran Canaria, que tenía la intención de abrir una sidrería en Telde y le dijo que quería servir la sidra de Somarroza. A esa propuesta, Jesús contestó que iba a hacer una línea especial de producción con plátano canario para que la utilizase en su nuevo proyecto.
De hecho, Somarroza llegó a enviar cajas y cajas de Sidruca canaria a Telde para que este distribuidor las vendiese. Sin embargo, llegó la pandemia y aquel contacto fue apagándose. Somarroza siguió produciendo la bebida con plátano, pero para venderla en Cantabria, donde está teniendo "mucha aceptación", según cuenta Jesús.
La gama 'Sidruca'
Pero los Gómez no han perdido la esperanza de volver a tener contactos comerciales con distribuidoras de Canarias para vender su producto en el Archipiélago. Jesús describe esta bebida como "una sidra para quien no le gusta la sidra", ya que el plátano suaviza el sabor amargo y le da un aroma más dulce.
En la gama Sidruca, los otros tres productos que comercializa Somarroza tienen también esa esencia innovadora y una clara intención por diferenciarse. De este modo, la empresa vende Sidruca natural, una sidra "como una cerveza", Sidruca dulce, dejando el azúcar residual de la manzana, y Sidruca con limón, elaborada con esta fruta para crear el equivalente a una Shandy.
Una sidra muy premiada
No obstante, la joya de la corona en la empresa es otro de sus 11 productos: el Rubí de Somarroza, una sidra roja elaborada con manzanas de pulpa roja que se prensan manualmente y se dejan fermentar, cuidando que se preserve su color natural. Jesús la describe como "una sidra única, muy diferente a todas las demás", que tiene un intenso "color a sangre".
Somorroza ganó en 2022 un total de 14 medallas internacionales, aunque en sus más de 20 años de historia ha acumulado hasta 43 galardones de este tipo. Junto a Jesús, sus hijas Lucía, encargada de marketing y contabilidad, y Cecilia, encargada de las elaboraciones y el control de calidad, conforman el pequeño equipo de tres que quiere revolucionar el mundo de la sidra y que pretende apostar por Canarias con su peculiar producto.