Seguros, empresas y sostenibilidad: se cobrará más caro por no respetar el medioambiente

El director de empresas y coordinador de proyectos ambientales en Mapfre España, Fernando López Morón, cree que es algo “difícil de llevar”, ya que no le pertenece a las aseguradoras ese papel

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Imagen de archivo con ilustraciones de sostenibilidad. / Pixabay
Imagen de archivo con ilustraciones de sostenibilidad. / Pixabay

El aumento y los continuos cambios del tejido de normas y leyes contra el cambio climático están generando cierta confusión en el sector privado. Si el avance en sostenibilidad tiene que ir de la mano de los ciudadanos, el sector público y las empresas, estas reclaman que el marco normativo sea claro, con una transversalidad que no les limite a la hora de tomar acciones para contribuir a la reducción de la huella de carbono o para acometer las exigencias en sostenibilidad que les reclama Europa y el Estado. 

Adaptarse al cambio climático y mitigarlo, un escenario donde las aseguradoras juegan un papel clave en el tránsito verde de las empresas a través de las suscripciones de los seguros, las inversiones y las políticas medioambientales de las compañías.

Esto implica, como afirma el director técnico de empresas y coordinador de proyectos ambientales, sociales y de gobierno corporativo en Mapfre España, Fernando López Morón, que “el año que viene tendré que decirle al empresario que le voy a asegurar más caro porque no respeta el medioambiente”. Pone de ejemplo que de la misma manera que ahora dice dónde hay que poner extintores, en el futuro tendrá que decir al empresario qué tiene que hacer para ser medioambientalmente más sostenible. Lo que critica es que es “difícil de llevar” ya que no le pertenece a las aseguradoras ese papel.

Herramientas "razonables"

En la charla "Transición hacia una economía sostenible" celebrado en el club Oliver de Santa Cruz, López Morón ha reclamado que los diferentes agentes legisladores creen un “ecosistema viable” para que las empresas puedan implementar todas las normas actuales y las que están por llegar. 

En el encuentro al que acudieron numerosos empresarios de Canarias ha pedido a su vez que se dote a empresarios y aseguradoras de herramientas “razonables” para que las empresas puedan adaptarse a las exigencias europea y española. Según ha explicado, por parte del sector público no hay rechazo en la incorporación de medidas que ayuden a mitigar los gases de efecto invernadero, pero sí que hay muchas dudas.

La taxonomía

En este sentido, las políticas de adaptación y mitigación estarán contempladas por las aseguradoras. Ante todo esto entra en juego un hecho clave ya limitado por Europa: la taxonomía. Es decir, el papel de “orientar la inversión privada a las actividades necesarias para alcanzar esa neutralidad”. Un hecho que va más allá del greenwashing (lavado de cara verde) y que, tal y como recoge Europa, “tiene por objetivo mejorar el flujo de capitales hacia actividades sostenibles en toda la Unión”. 

En esencia es un marco para facilitar las inversiones sostenibles, un hecho que claramente interesa a las empresas. La Comisión Europea recoge que la taxonomía es “una herramienta de transparencia sólida y con base científica a disposición de empresas e inversores, que crea un lenguaje común al que los inversores pueden recurrir para invertir en proyectos y actividades económicas con una incidencia positiva y sustancial en el clima y el medio ambiente". Además, la taxonomía introduce obligaciones de información para las empresas y los participantes en los mercados financieros.

Cambios de rumbo

Pero los criterios de la taxonomía cambian. El ejemplo más claro es el cambio de rumbo que adquirió la Comisión al denominar al gas y a la nuclear como combustibles verdes. Estos cambios, tal y como reflejó el director técnico, pueden crear confusión, lo que sumado a las normas estatales de los diferentes ministerios están creando dudas a los empresarios y a los empresarios, por lo que demanda que “del lado del poder público hay que hacer más sencillo el llevar todo”. 

En su critica está que las diferentes leyes como la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, la proposición de Ley para la Igualdad de Trato y No discriminación o la Ley de Movilidad Sostenible están planteadas por diferentes ministerios y colores políticos, lo que puede dificultar la implantación de medidas sostenibles, o que los empresarios no sepan bien cuáles son las exigencias vigentes. 

A ello se suma la “falta de transparencia”, por ejemplo con los Fondos Next Generation. “Es una inyección brutal, no sabemos si se ha llegado a parar realmente la idea de transferir todos estos fondos”, comenta. Así explica que el asegurador tiene que diseñar y dar respuesta a todas estas herramientas y normas que “cambian cada día”, ante lo que demanda que el futuro de la sostenibilidad necesita “transparencia y crear un cuerpo más coherente y unificado”.