El sector de la construcción es en la actualidad uno de los principales motores de la economía canaria. Un rápido vistazo a los datos de creación de empresas permite observar que en octubre, último mes con datos atomizados, se constituyeron en el Archipiélago 59 empresas relacionadas con la construcción y las actividades inmobiliarias, según Informa D&B.
Un dato que no hace más que confirmar la pujanza de un sector que fue fundamental para mantener a flote la economía isleña en los peores momentos de la COVID-19. Desde entonces la evolución ha sido claramente ascendente, con un aumento significativo de la iniciativa privada pero también de la obra pública.
En línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcados por las Naciones Unidas el sector de la construcción ha tomado medidas de calado para reducir su huella de carbono y favorecer una transición sostenible del tejido productivo de Canarias.
Así lo expresaron Óscar Izquierdo, presidente de Fepeco, la patronal de la construcción en la provincia de Tenerife, y Marlin Amaya, delegada de Probisa Canarias, multinacional de origen francés dedicada a la obra pública, en su reciente entrevista ofrecida a Atlántico Hoy.
Sostenibilidad de la construcción
Son varios los ODS directamente relacionados con el sector de la construcción, como el noveno punto, relacionado con industria, innovación e infraestructura, el undécimo, que habla sobre ciudades y comunidades sostenibles y la duodécima, que versa sobre producción y consumo responsables.
Marlin Amaya confesaba a este medio que el sector está haciendo “grandes esfuerzos” para cumplir con la sostenibilidad y que los diferentes procesos de construcción tengan el menor impacto medioambiental posible.
En ese sentido destacaba, por ejemplo, los recientemente acabados trabajos de reasfaltado de varios distritos de Santa Cruz de Tenerife que ha realizado su empresa Probisa Canarias. Unos trabajos ejecutados al amparo de estos objetivos gracias a materiales más sostenibles y con una planificación ideada para minimizar el impacto medioambiental y también para causar las menores molestias posibles a los vecinos.
Edificios eficientes, inteligentes y renovables
Para Óscar Izquierdo el objetivo en Canarias ha de ser construir edificios eficientes y renovables. Desde su punto de vista, reducir el impacto de la construcción sobre el entorno es una garantía de seguridad, pues mejora las condiciones ambientales urbanas en general y de las edificaciones en particular.
Recuerda que su sector se ha modernizado mucho en los últimos años para adaptarse a las circunstancias actuales y pone en valor las nuevas construcciones que se han erigido en el Archipiélago, por su cumplimiento con los ODS. Por ello considera que “hay que avanzar en la descarbonización del parque edificatorio con eficiencia energética, enfocada en no gastar energía sin perder confort”.
Más trabajo, menos personal
La apuesta por la sostenibilidad es clave en un momento en el que, como apunta Marlin Amaya, “todas las empresas tenemos trabajo”. Sobre todo es un buen momento para la obra pública, su ámbito de especialización, ya que “la administración pública se ha esforzado y ha sacado licitaciones”. “Todos los ayuntamientos están sacando obras”, asegura Amaya, por lo que hay “mucha obra en marcha”.
El problema a su modo de ver es la falta de personal especializado y cualificado para ejecutar la obra pública, lo que hace que se necesite “urgentemente” personal o, por lo menos, que haya jóvenes que se interesen por entrar en el sector de la construcción para poder seguir haciendo obras.