El Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma ha informado que saca a licitación la asistencia técnica y administrativa para la ejecución de la segunda fase de las obras para la reforma y rehabilitación del Área de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU) de Benahoare. Se trata de la urbanización que más residentes tiene la capital palmera, e incluso más que muchos municipios de la isla, superando los 2.000 habitantes. Está compuesta por 59 bloques con 8 viviendas cada uno, las cuales datan de los años 80 y se ofertaron como promoción pública.
Constituida por varias manzanas, el consistorio local ha informado mediante un comunicado que el objetivo principal de esta segunda fase del ARRU es la mejora de los espacios comunes de la manzana A, que afecta a un total de 17 bloques y 113 viviendas. El presupuesto estimado por el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma para segunda fase de las obras de reforma y rehabilitación del núcleo de Benahoare es de 111.514 euros.
En octubre del año 2017 se informaba que 147 viviendas estarían beneficiadas de este programa de renovación urbana, cuya ejecución estaba prevista para el 2018. Entre las actuaciones a realizar en la urbanización, según informó el consistorio en 2017, está la reparación de fachadas, eliminación de barreras arquitectónicas, reconstrucciones, impermeabilización o reparación por oxidación, así como saneado de fisuras, remodelación y reparación de las canalizaciones. Actualmente, la rehabilitación espera su segunda fase.
Demanda de mejoras
Algunos vecinos de la Urbanización Benahoare explican a Atlántico Hoy que consideran que las obras de rehabilitación también se deberían aplicar a todas las zonas comunes, ya que a pesar de los trabajos que se han hecho hasta ahora, el núcleo se encuentra en un estado de deterioro e incluso abandono en la actualidad. Los alrededores de la zona están compuestos por varias plazas y pasarelas en los que incluso hay edificios que albergan supermercados, farmacias, kioscos e instalaciones deportivas.
''Aunque se limpien los jardines, tenemos la zona completamente descuidada y abandonada. Echo en falta que arreglen las plazas y las aceras o que pinten los muros de las partes comunes. Los operarios intentan mantener limpia la zona, pero eso no vale de nada cuando está tan descuidada'', señala un vecino que vive en una de las parcelas que no está beneficada por el ARRU.