La falta de vivienda, el encarecimiento de la cesta de la compra o el desempleo son ejemplos de los problemas que padece Canarias. Todos están relacionados con un factor clave que, si no va bien, es complicado que el resto de cuestiones fluyan: el bolsillo. La pérdida de poder adquisitivo en las Islas ha sido palpable durante los últimos tiempos a causa de la temida inflación, pero el mayor inconveniente surge cuando el problema va unido a la alta tasa de pobreza que existe en el Archipiélago. Un estudio presentado esta semana permite concluir que 127.621 personas en la provincia de Las Palmas —Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa— cobran menos de 1.123 euros —el importe es bruto, al restarle los impuestos será más bajo—.
El informe Distribución geográfica de la renta de los hogares en España, elaborado tanto por la Fundación Ramón Areces como por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), desgrana la realidad económica de las distintas comunidades autónomas y provincias. Sobre el Archipiélago, en un comunicado difundido a modo de conclusiones, revela que es la cuarta región con menos oportunidades —o prosperidad relativa en términos financieros— de todo el país. Está situado en la parte baja de la tabla junto a otros puntos del territorio nacional con los que está acostumbrado a compartir posiciones en los ránquines económicos. Para sorpresa de nadie son Murcia, Andalucía y Extremadura.
Otros territorios
Uno de los temas con mayor relevancia del documento es la denominada como pobreza extrema —conocida también como riesgo de exclusión social—. La investigadora del Ivie Carmen Herrero y el economista del mismo organismo Carlos Albert detallan que se trata del número de personas cuya renta es inferior al 40% de la media. Aunque el texto explica que ha disminuido en todas las comunidades, especialmente en Andalucía con una caída de 5,1 puntos, sigue existiendo. El dato de Canarias es llamativo al ser la segunda del territorio nacional con un mayor índice —algo que coincide con el informe Arope, presentado hace tan solo unos días en el Senado—.
En un análisis más pormenorizado, los territorios del sur, concretamente Almería, Granada, Alicante y Málaga, con más de un 13% de su población en riesgo de exclusión, son las que presentan una mayor tasa de pobreza extrema. Más abajo aún desde el punto de vista geográfico está Canarias y las dos provincias de las Islas están entre los 10 primeros puestos: Santa Cruz de Tenerife es la quinta, mientras que Las Palmas es la séptima —con Cádiz en medio—. En la oriental, compuesta por Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote, el 11,3% de sus residentes están en riesgo de exclusión social.
La desigualdad
Si las cifras se enfocan en el Archipiélago, en 2021 —año de referencia en el estudio— el salario medio en Canarias era de 1.872,18 euros según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata de un número al que se debe restar el 40% para ver el sueldo de aquellos que padecen pobreza extrema. El resultado es de una nómina por debajo de los 1.123 euros para 127.621 personas —el 11,3% de la población total que tiene la provincia de Las Palmas—. Los datos son, cuanto menos, desalentadores.
A modo de conclusión, el estudio elaborado en la Comunidad Valenciana explica que la desigualdad ha disminuido en los principales municipios de las Islas, pero sigue siendo “extremadamente alta”. “Telde y Las Palmas de Gran Canaria encabezan el indicador sintético, mientras que Adeje y Arona se mantienen como los municipios con menor grado de bienestar”, agrega el texto. Pero no debe sobresaltar a nadie porque sin ir más lejos, como publicó Atlántico Hoy el pasado 12 de octubre, las cuatros grandes ciudades de Canarias tienen la segunda renta media más baja de España.
Brecha de género
El periodo analizado comienza en el año 2015 y en cada una de las anualidades especificadas por géneros, la mujer siempre sale peor al registrar siempre un punto más que los hombres a nivel regional en cuanto al salario medio. En cuanto al 2021, la diferencia entre ambos está en el 11,7% para ellos y el 12,4% para ellas.
Volviendo a la prosperidad, “respecto al grupo de ciudades entre 300.000 y 500.000 habitantes, Bilbao destaca claramente en oportunidades de renta sobre las demás y cierra el grupo Alicante, que también es la provincia más desigual”. Al hablar de las capitales de 150.000 a 300.000 habitantes, “las más desiguales en este grupo son Granada y Santa Cruz de Tenerife”.
Informe Arope
El contexto es difícil. El director del informe Arope, Juan Carlos Llano señaló durante la presentación en la cámara alta que “las diferencias territoriales en términos de pobreza son alarmantes”. Se preguntó si "un país puede permitirse semejantes diferencias" y enfatizó que las ayudas y políticas públicas no están logrando reducir la pobreza con la misma eficacia que en otros países de la Unión Europea (UE).
La pobreza se ha convertido, prácticamente, en un problema estructural para el Archipiélago. El 33,8% de la población vive en riesgo de pobreza o exclusión social, según la tasa Arope, y hasta el 11% sufre carencia material y social severa. Si bien las tasas cada vez son más bajas, la realidad es que las Islas no han conseguido salir de los últimos puestos de las comunidades.