El Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes la Hoja de Ruta de España hacia la energía eólica marina y las energías del mar. En concreto, la energía eólica marina cobra protagonismo en esta nueva etapa energética nacional, que establece en Canarias el punto de partida de este cambio en la producción de energía para 2030.
Esta hoja de ruta marca un ambicioso objetivo de generar tres gigavatios (GW) de eólica flotante en 2030 a nivel nacional. El 40% de la meta europea de disponer de 7 GW instalados de esta tecnología renovable. Desde el Clúster Marítimo de Canarias (CMC) destacan que este documento “muestra un nivel de ambición suficiente para liderar la cadena de valor de las energías renovables marinas, mejorando la actividad socioeconómica y alumbrando nuevas perspectivas para la economía azul en las islas”
Canarias, territorio de prueba
Según esta línea de actuación del Gobierno, el archipiélago canario es el lugar idóneo para el comienzo de la transición energética. “Las Islas Canarias presentan un elevado potencial de energías del mar, concretamente el recurso eólico marino estimado para los futuros parques eólicos marinos en el archipiélago canario puede superar las 4.500 horas equivalentes de funcionamiento”, destaca el documento.
Según analiza el Gobierno nacional, España es el socio europeo con más instalaciones de I+D para eólica flotante y las otras energías del mar. Y pone como ejemplo a la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan), que probará un ensayo de una planta de energía fotovoltaica flotante en el marco del proyecto europeo BOOST (Bringing Offshore Ocean Sun to the global market).
“Para Canarias es importante el reconocimiento que se hace de la actividad y los bancos de ensayo que existen en las islas y la labor que se están haciendo en el desarrollo de las tecnologías”, destaca el presidente de Plocan, José Joaquín Brito. Para el presidente, que se haya escogido a las Islas Canarias como punto de partida de esta nueva transición es un apoyo a los proyectos que se desarrollan en las islas que buscan la transformación energética. Y es que varias empresas se han interesado por la producción de energía eólica offshore en el archipiélago, aunque, por ahora, todos son proyectos de futuro y ninguno está en fase de ejecución.
Cambiar los planes
Para que Canarias lidere esta transición energética, el primer paso en esta hoja de ruta es la modificación de los planes de ordenación del espacio marino, que darían comienzo con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, que la Unión Europea marcó a cada país. Un plan ambicioso que destaca que las islas deberían abandonar en los próximos nueve años al menos el 50 % de su dependencia de los combustibles fósiles.
Rapidez en la gestión de proyectos
Los próximos pasos en las islas son la modificación del marco legislativo y la ordenación del medio marino, para lo que Brito demanda rapidez en los procesos legales para que se puedan desarrollar los proyectos tecnológicos. “Que se pueda ensayar con rapidez las tecnologías españolas para que las empresas puedan liderar estos desarrollos tecnológicos y posicionarse en el mercado que viene”, opina el presidente de Plocan. En base a ello también destaca que esa rapidez es necesaria para que las empresas se puedan beneficiar lo antes posible de las ayudas europeas como los fondos Next Generation.
En esta medida, desde el CMC también demandan la “actualización urgente” del nuevo marco regulatorio para la primera mitad de 2022, con el fin de cumplir los objetivos de este documento estatal. “Adelantar los plazos ayudaría a llegar a tiempo para la puesta en marcha de los proyectos ligados a los fondos de reconstrucción (2026), y así poder aprovechar los fondos destinados a eólica marina”, solicitan.
La rapidez en el desarrollo de los proyectos es otro de los puntos que demandan desde la Asociación Eólica de Canarias (Aeolican). El presidente, Rafael Martel, se ha mostrado a favor de la hoja de ruta del Gobierno así como los objetivos de Desarrollo Sostenible del Gobierno de Canarias. Pero destaca que la realidad en este tipo de medidas es otra, y que muchos proyectos que buscan esta transformación energética “se quedan estancados” en algunas instituciones de las islas, y pone como ejemplo los Cabildos. “Los proyectos que veremos a mitad del año que viene, sobre todo en solar fotovoltaica en Gran Canaria, que se van a construir, se iniciaron en 2016/2017”, comenta.
La necesidad del almacenamiento
El sistema energético de Canarias será la prueba de esta nueva transición hacia las energías renovables marinas. Pero Martel destaca un dato importante: “con lo que tenemos instalado y lo que tenemos proyectado, el sistema no será capaz de absorber más energía renovable”. Por ello demanda flexibilidad como el almacenamiento (proyecto de Chira-Soria) o poner baterías a gran escala, que aunque estén en desarrollo, “es una alternativa que hay que considerar”. También destaca otra posibilidad, la de sustituir los grupos térmicos actuales, que, según su punto de vista, deberá hacerse antes de la transición energética.
Según destaca Martel, todos los proyectos de empresas que se están posicionando en la energía eólica marina de Canarias no son viables hasta que no exista el almacenamiento necesario. “Sin almacenamiento no tiene sentido la eólica marina”, comenta. De hecho, explica que en Gran Canaria ya hay más energía eólica de la que se puede integrar. Por lo que resume que la apuesta por la energía marina flotante solo será factible si hay reservas.
Energía del mar
Respecto a la energía undimotriz, otro de los pilares en la hoja de ruta de la energía generada en el mar, el Gobierno destaca diferentes puntos en España para la producción energética a través del movimiento de las olas. La fachada norte de las Islas Canarias es uno de los tres puntos estratégicos para esta producción, con 20 kW/m. Galicia y el Mar Cantábrico serían las otras dos apuestas por parte del Gobierno para esta producción.
“Con la undimotriz, hay un margen de desarrollo enorme, porque ese tipo de energía se puede considerar firme”, analiza el presidente de Aeolican. Según destaca, en Canarias, a nivel de desarrollo, sí que hay un gran margen, no así en lo relativo a lo comercial. “Apostar en el futuro de Canarias, que se va basar en la energía undimotriz, no. Apostar para que se desarrolle, sí, y ojalá se haga”, defiende.
Objetivos en Canarias
Según la hoja de ruta del Gobierno, los objetivos de la línea de trabajo hacia la energía eólica marina y la undimotriz, se centran en: el aprovechamiento de las islas Canarias como campo de pruebas para tecnologías o políticas de transición energética, facilitar el aprovechamiento de las oportunidades de empleo y mejora de la competitividad y cohesión social generados por la transición energética, y el desarrollo de mercado para nuevas tecnologías de energías renovables asociados a sectores estratégicos relacionados con la Economía Azul.
Anivel nacional se centra en cuatro grandes objetivos: Establecerse como polo de referencia europeo de I+D para el diseño, escalado y demostración de nuevas tecnologías; ser referente internacional en capacidades industriales, generando cadena de valor y empleo de calidad en todo el ciclo de vida de las tecnologías; integrar la sostenibilidad como pilar central del desarrollo de las energías renovables en el mar y desplegar de un modo ordenado las instalaciones, eólicas en particular, con una regulación clara y previsible, sobre tres elementos clave: ordenación espacial, conexión a red y modelo de negocio. Para el desarrollo de estos objetivos, se activarán al menos 200 millones de fondos públicos hasta 2023 para I+D en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
Esta línea de trabajo hacia una transición energética que dará comienzo en las Islas ha sido recibida con optimismo desde los diferentes sectores dedicados a la investigación e innovación marina y eólica. Pero pese a que ya existan proyectos de empresas que están apostando por la energía generada en el mar y la puesta por parte del Gobierno de comenzar en las Islas esta transición energética, quedan varios años para que sea el Atlántico y los Vientos Alisios quienes generen gran parte de la energía canaria, de manera que el petróleo ocupe, cada vez más, un menor protagonismo.
