Alemania está en apuros. El país germano, que siempre ha sido tan tradicional como cauto en lo que a dinero se refiere, ve cómo su crecimiento, al 0,4%, es más lento del que están acostumbrado a tener mientras su sector industrial vive una situación complicada con caídas y despidos para hacer frente a lo que se puede venir. Además, el encarecimiento de la energía no los ayuda. Tampoco pone de su parte la guerra comercial que enfrenta a la Unión Europea (UE) y a China por los aranceles a los vehículos eléctricos. Es un caldo de cultivo que genera incertidumbre por el futuro no solo de la tercera potencia económica mundial, sino para todos los que, en cierta manera, dependen de ella.
Canarias no puede vivir de perfil a la realidad que experimentan los alemanes porque es uno de los principales países emisores de turismo al Archipiélago —en especial en la provincia de Las Palmas, la isla de Gran Canaria recibió 50.478 el pasado mes de agosto— pero la reflexión no debe quedar ahí porque existen otros posibles efectos que, aunque a día de hoy son inciertos y suposiciones, es importante tenerlos en cuenta para anticiparse. El empleo o los presupuestos de la comunidad autónoma son algunos ejemplos.
Efectos en todo el mundo
“En Alemania hay ralentización económica y las previsiones para 2024 van en una horquilla del 0,1% al 0,4%. Es un crecimiento, si no negativo, casi inexistente”, afirma en declaraciones a Atlántico Hoy Guillermo Marrero de la Nuez, vicedecano del Colegio de Economistas de Las Palmas. Añade que al ser la tercera potencia del planeta es lógico pensar que cualquier alteración a su normal desarrollo tendrá sus efectos ya no solo en las Islas sino a nivel nacional y en toda la Unión Europea.
Bajo su punto de vista, “es indiscutible que la salud económica y financiera de Alemania tiene un efecto inmediato y directo sobre el resto de economías del globo”. Pone sobre la mesa que la primera vinculación entre economía canaria y alemana se observa a través del turismo. Merece la pena destacar que aunque representan solo el 14% de la afluencia total —es decir, hay otros países emisores que tienen una mayor importancia relativa—, su poder adquisitivo es alto y eso se refleja en sus estancias. Además, como publicó este periódico la semana pasada, por el momento la realidad en la nación germana no está afectando a las reservas en alojamientos de cara a la temporada alta.
Presupuesto de la UE
Marrero de la Nuez indica que, por otro lado, si se enfría la economía del país dirigido por Olaf Scholz, tendrá menos capacidad para realizar aportaciones al presupuesto de la Unión Europea, “que es de donde se nutren los fondos de cohesión y los fondos territoriales del que Canarias también tiene una alta dependencia”. Apostilla que en las cuentas anuales de las Islas, en los capítulos de transferencias corrientes y de capital, la mitad procede de la UE. La conclusión podría ser que el ingreso presupuestario del Archipiélago se puede ver afectado.
“Esa inestabilidad económica se traslada también al resto de la sociedad alemana. Tenemos las operaciones en el índice de confianza del consumidor que están disminuyendo allí, hay menos confianza y la inestabilidad geopolítica. Ante estas circunstancias de despidos por parte de grandes grupos automovilísticos o la merma en la capacidad económica del país, la merma en se agita el avispero y ya tenemos noticias de que determinados partidos políticos con determinada reputación [en referencia a las fuerza de ultraderecha], están teniendo un auge mayor del que tenían en el pasado y eso es fruto del descontento de la población”, reflexiona.
Sin síntomas de alarma
Francisco Ramos, catedrático de análisis económico, es tajante: “En principio no veo síntomas de alarma”. Sobre si podría afectar al presupuesto de Canarias, señala que hay varios nexos de unión. “Es dar por supuesto que Alemania entrará en crisis, que será una crisis prolongada que afecte al presupuesto de la Unión y tercero que esa afección al presupuesto de reunión afectará a Canarias, tienen que ocurrir todas esas cosas”, apunta.
“Son suposiciones que podrían ocurrir. Ahora, es verdad que China y Estados Unidos nos están comiendo. Están innovando más que Europa, nosotros estamos un poco estrangulados por cierta regulación, pero no creo que Alemania precisamente sea el país al que más le afectaría eso en el medio plazo. Yo no tengo muy claro que ahora mismo tengamos que estar excesivamente preocupados por que una crisis alemana afecte a Canarias”, continúa.
Dependencia del turismo
Ramos pone el foco, sobre todo, en el turismo. Un sector que tiene un efecto directo e indirecto del 35% en la economía. “Nuestro sector industrial es pequeñito y de transformación, somos una economía muy terciarizada”, dice. “Podemos respirar aliviados entre comillas porque es verdad que cuando tú dependes un sector como el turismo pues ya tienes tu economía claramente muy afectada por lo que pasa en el exterior, pero eso es un hecho estructural”, subraya.
“En principio Alemania es una economía con una potencia tremenda, no ha entrado en recesión y es muy resiliente. Yo creo que aunque pueda estar atravesando un mal momento no tiene por qué confirmarse en el futuro. Y esa tendencia de momento no creo que afecte a lo que es el turismo”, aclara Ramos.
Eso sí, destaca que el turismo es un sector que arrastra a las demás actividades en Canarias, por lo que afectaría los niveles de empleo y de recaudación impositiva. “Pero es mucho suponer”, incide. “También es verdad que estamos donde estamos gracias al turismo. Otra cosa es que a lo mejor teníamos que haber elegido un modelo como el de Madeira que no es intensivo. Hace 50 años teníamos un millón de habitantes y ahora estamos en dos millones porque mucha gente viene aquí, es un sector intensivo de mano de obra y ha crecido la población de Canarias. También por eso tenemos unos sueldos mucho más bajos que la media nacional”, culmina.