El próximo 20 de abril están convocadas unas manifestaciones en Lanzarote, Tenerife, La Palma, Gran Canaria y Fuerteventura, que si las previsiones no fallan, podrían tener una masiva afluencia. Bajo el lema ‘Canarias tiene un límite’, muchos ciudadanos saldrán a la calle para protestar contra los macroproyectos turísticos. Piden un cambio de modelo económico y poner freno al crecimiento imparable del turismo. Atlántico Hoy ha hablado con Rafael Esparza, sociólogo, economista, profesor universitario y experto en el Magreb para conocer su punto de vista sobre la actual situación de Canarias. De sus palabras se pueden sacar muchas conclusiones, pero quizás la fundamental sea que aunque sí es partidario de un cambio de modelo económico, “sin prisas, pero sin pausa”, asegura Rafael, “cambiarlo ahora sería un absurdo”.
Esparza defiende que el modelo económico canario está ya definido. “Por supuesto puede tener retoques y esos retoques deben hacerse aprovechando los nuevos cambios que se están produciendo en el mundo, sobre todo los cambios tecnológicos que surgen en torno a aspectos geoestratégicos. Por ello, tendremos que aprovechar aquellas cosas en las que nosotros podamos estar en igualdad de condiciones que otros países porque va ser algo nuevo para todos”, indica.
Situación
“Hay que aprovechar nuestro hecho diferencial. En el pasado era la renta de situación, estamos situados entre tres continentes, éramos un lugar importante tanto en las comunicaciones aéreas como en las marítimas, el Puerto de Las Palmas ha tenido épocas gloriosas como cuando se cerró el Canal de Suez”, continúa Esparza.
Según el sociólogo, profesor de muchas generaciones de alumnos universitarios en Gran Canaria. “Esta renta de situación ya no es la misma, aunque nosotros seguimos hablando de la tricontinentalidad de Canarias. Ahora mismo deberíamos hablar de bicontinentalidad porque estamos más en contacto con Europa y África, y en concreto con África Occidental”, argumenta.
Agricultura
Para Esparza el modelo del pasado ya está obsoleto, “tuvimos un modelo basado en la exportación, fundamentalmente con productos como la melaza, los rones, el azúcar, eso falló, después la vid y lo último ha sido el plátano, el tomate y algunas hortalizas, pero es que nuestro sector primario lleva mucho tiempo por debajo del 5%”, resalta el profesor.
Esparza no se imagina una Canarias volcada en el sector primario. “Pensar que podemos tener un modelo basado en la agricultura ahora es muy difícil y eso que llegamos a tener alrededor del 50% de nuestra economía basada en ella. Por islas, como es lógico, los porcentajes cambian, no se dan las mismas circunstancias en La Palma que en Lanzarote”, puntualiza.
Dos pilares
“Nuestro modelo clásico ha cambiado. Actualmente tenemos un modelo basado en dos pilares: un pilar es el turismo en cualquiera de sus modalidades, ahí sí se pueden hacer muchos cambios como fomentar el turismo cultural, el de congresos, es decir, se pueden crear una serie de turismos diferenciados para no depender sólo del turismo de sol y playa, del barato de vuelos chárter”, añade Esparza. “Es cierto que necesitamos que sea más sostenible, pero el turismo sigue siendo y seguirá siendo la base del desarrollo económico canario”, explica.
Y continúa. “El segundo pilar, son los puertos francos, los seguimos manteniendo pero está bastante tocado. Tenemos que adaptarnos a la nueva situación. Es importante tener capacidad para no sólo suministrarnos a nosotros sino también para poder suministrar a terceros países. Eso lo hacemos muy bien con los barcos que pasan por nuestros puertos. Las reparaciones navales, por ejemplo, siguen siendo importantes en nuestra economía”, detalla.
Idiomas
Pero para Rafael Esparza, Canarias tiene un talón de Aquiles. “Esos dos pilares necesitan fundamentalmente de una población preparada en idiomas y eso es un gran fallo nuestro, es nuestro punto débil”, subraya. “Mucha población que viene a trabajar a Canarias y que domina idiomas, no es competencia para nosotros porque no tenemos gente preparada en esos idiomas”.
Esparza es consciente de que en Canarias hay otros sectores que también influyen. “Nuestra economía presenta otras alternativas como los servicios personales, (salud o el sector servicios), no es un pilar que puede sostener la economía pero sí es un importante flujo de empleo”.
Para Esparza otra de las cuestiones que incide en las islas es la renta geográfica. “Vivimos en un lugar que es apetecible para vivir, que hace que los ricos de países ricos, al igual que los ricos de países pobres de nuestro entorno vean a Canarias como un lugar idóneo para venir, con segundas residencias y pasar largas temporadas o incluso indefinidamente, como hacen muchos mauritanos, nórdicos y alemanes”, puntualiza.
Nuevas tecnologías
En definitiva, el sociólogo cree que “cambiar el modelo económico ahora es un absurdo. Podemos ir viendo cómo cambiarlo, sin prisa, pero sin pausa. Habría que adaptarlo a los cambios que se están produciendo a nivel global. En estos momentos es imposible cambiarlo, pero el turismo que nos interesa es el de calidad, aunque por desgracia el turismo masivo es el que tenemos”, añade.
“Salvo que haya un cataclismo mundial que nos obligue a vivir como en el pasado, fundamentalmente de la agricultura, lo que sin duda traería hambre y migraciones. Insisto, hay que formar a la población, pero en una formación práctica enfocada hacía los nichos de los trabajos que se están dando en Canarias que van ligados a idiomas y a las nuevas tecnologías”, concluye Rafael Esparza.