Las pequeñas y medianas empresas (pymes) del sector servicios —el principal motor económico de las Islas —son las compañías donde los trabajadores cobran una nómina más próxima al salario mínimo interprofesional (SMI) en Canarias. Al menos, por lo general. Un informe aportado por la Consejería de Economía, Industria, Comercio y Autónomos del Gobierno regional para elaborar una respuesta parlamentaria refleja que el 79,4% pagan un sueldo muy cercano a los 1.135 euros —cuantía en la que está fijada en 2024 la retribución de la que no se puede bajar en los contratos de jornada completa—.
La pregunta fue realizada por el diputado del Partido Popular (PP) Juan Manuel García a la Consejería de Presidencia, dirigida por Nieves Lady Barreto, pero la información fue recabada en el departamento que dirige Manuel Domínguez. El objetivo era conocer “la influencia de la subida del SMI en la economía y el empleo de las empresas de las Islas”. La contestación resultó ser muy clara, aunque como no todo es blanco o negro es necesario analizarlo por sectores.
Otras comunidades
Las entidades que oscilan entre 1 y 49 trabajadores son las que salen peor paradas, pero no solo en el Archipiélago, sino también en el resto de comunidades autónomas. Solo Extremadura supera a Canarias con el 85,5% de las pymes que se dedican al turismo y al comercio. Otras que tampoco tienen la mejor situación son las de Andalucía (78%), Aragón (77,3%), Asturias (75%), Murcia (79%) o la Comunidad Valenciana (76%).
El estudio fue publicado por la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) en diciembre de 2023. La agrupación señala que una cifras así tienen “grandes implicaciones en la productividad empresarial, así como en la negociación de los convenios colectivos”. A pesar de que el análisis no se divide por regiones, el Ejecutivo indica que “en términos de empleo se indica que la subida del SMI en los últimos años ha impedido la creación de unos 163.000 puestos de trabajo [en todo el país]”.
Los motivos
El problema para las empresas más pequeñas está en que las constantes subidas del salario mínimo en los últimos años no les ha permitido tener tiempo suficiente para obtener una ganancia de productividad que aminore el impacto de estos incrementos. Además, tampoco hay que dejar de lado que se trata de un sector en el que se pide menos cualificación, por lo que el sueldo es menor que en otras especialidades.
El informe de Cepyme pone sobre la mesa que un nuevo incremento situaría el SMI, en términos netos, en el 70% de la remuneración media de las compañías de menor tamaño. Añade que las diferentes subidas se han producido en un contexto en el que los demás costes como la energía o los servicios “han aumentado significativamente”. “En concreto, los costes totales que soportan las pymes se han incrementado un 19,3% en los dos últimos años, mientras que las ventas sufren una desaceleración, lo que deteriora la situación de las compañías”, apostilla.
Mano de obra
Apunta que el incremento del SMI se ha producido por encima de la productividad con lo cual aumentan los costes laborales por unidad producida, cae la competitividad, se fomenta la sustitución de mano de obra por maquinaria y tiene a caer tanto la rentabilidad como la inversión. Volviendo al sector servicios, en el ámbito nacional el sueldo mínimo supone el 70,5% del salario medio en el sector.
El Gobierno de Canarias, antes de mostrar las cifras por comunidades, resalta que las subidas del salario mínimo producen efectos sobre la demanda a través del consumo privado al aumentar el poder adquisitivo y, por lo tanto, la capacidad de gasto de las familias. Además, establece que “contribuye a la reducción de la desigualdad salarial”.
Costes empresariales
“Asimismo se producen efectos sobre la oferta a través de un incremento de los costes de las empresas lo cual a su vez puede repercutir, dependiendo de la capacidad de cada una en absorber el aumento, en los precios y el empleo, teniendo en cuenta también la evolución del precio de otros inputs”, continúa.
“Los impactos, por otro lado, no son homogéneos por ejemplo de acuerdo con el tamaño empresarial, sectorial, espacial y en un desglose por edades, entre otros. Todo ello dependerá en última instancia de la intensidad en la contratación de trabajadores de este intervalo salarial. Hay que tener en cuenta también en qué fase del ciclo económico estemos”, matiza el Ejecutivo.
Acerca de las subidas del SMI, en un análisis temporal se observa una tendencia “ligeramente creciente” hasta 2018 a partir de cuando se constata un fuerte crecimiento en 2019 y uno continuo hasta 2024. El mayor incremento se vivió en 2019 (22,3%) equivalente a 164 euros. Desde 2018 a este año ha sido un 54,1%, lo que supone 398 euros.